Borrador de documento de síntesis

junio 6, 2008

Hemos intentando llegar a un documento de síntesis que recoja lo sustancial de todas las propuestas que tenemos sobre la mesa. Os adjuntamos la redacción a la que hemos llegado. Es claramente un borrador. En la asamblea del sábado pasado nos decidimos por darnos como mínimo hasta final de junio para discutir el documento todo lo que haga falta, aunque la urgencia nos marca el plazo del Consejo Político Federal del 14 de junio.
Las aportaciones que se hagan en los próximos días serán añadidas en la medida de lo posible, por lo que el archivo que os envío es un documento abierto a su modificación y cuya finalidad es que sirva como eje para el debate desde la base, para relanzar la Izquierda Unida que queremos.

El documento es el siguiente:

Ejes políticos y condiciones organizativas para la refundación y renovación de IU

POR UNA IZQUIERDA UNIDA ALTERNATIVA QUE SE DEFINE COMO SOCIALISTA, REPUBLICANA, Y FEDERAL, Y SE ORGANIZA COMO MOVIMIENTO POLITICO Y SOCIAL

I .- REFUNDAR IU, HACERLA RENACER, ES UNA NECESIDAD MÁS APREMIANTE AÚN ANTE LA SITUACIÓN DE CRISIS QUE CASTIGA ESPECIALMENTE A LOS TRABAJADORES Y LOS SECTORES POPULARES

1.1.-NUESTRO COMPROMISO: GANAR EL FUTURO PARA IU

Izquierda Unida se encuentra sumida en una grave crisis política y organizativa que amenaza la viabilidad del proyecto para el cual nació. Sin embargo, con la misma rotundidad que afirmamos lo anterior, decimos desde el principio de nuestro documento que no se trata de tirar el niño con el agua sucia. Y esto por dos razones esenciales:

A) Porque una Izquierda Alternativa, que construya el socialismo del siglo XXI, es hoy más necesaria que nunca con una necesidad acentuada por la crisis que se avecina, y

B) Porque IU cuenta con miles de militantes que dan todo su esfuerzo y por un millón de votos que se sienten reflejados por nuestras propuestas.

La necesidad objetiva, el respaldo electoral y el trabajo de nuestros militantes son precisamente argumento y fuerza para la dura crítica que hacemos, pero también para la esperanza de que podemos lograr la regeneración del proyecto.

Ese proyecto que, aunque nació como una coalición de partidos, pronto logró ser el espacio de convergencia política y social de las ideas y los activistas que defienden un modelo social alternativo al del capitalismo neoliberal, globalizador y deshumanizado que nos quieren presentar como única alternativa viable de modelo de sociedad. La vocación de IU ha sido representar ante la sociedad española una alternativa posible de sociedad humanizada, respetuosa con todos los derechos humanos de todos los ciudadanos y que trabaja para garantizar a estos el pleno disfrute de dichos derechos, defensora de los valores colectivos frente al individualismo y la insolidaridad, y convencida de querer ser el espacio natural de convergencia entre los movimientos y reivindicaciones sociales y la necesaria expresión política –alternativa y transformadora- de dichos movimientos y reivindicaciones sociales.

Sin embargo, IU no ha sabido (suprimir o no ha podido) articular un discurso político que fuera reconocido por buena parte de los ciudadanos de izquierda de este país como útil y posible de ser llevado a cabo, no ha sabido ofrecer estrategias de cambio y transformación social en las que los ciudadanos reconocieran una oportunidad de avanzar en el pleno cumplimiento de los derechos sociales reconocidos formalmente en la Constitución, como el empleo digno, el derecho a una vivienda, el fin del «cieneurismo», la protección social efectiva de los sectores más vulnerables como son los ciudadanos dependientes, los pensionistas, los trabajadores que cobran el salario mínimo, las familias monoparentales…

En definitiva, Izquierda Unida, y por extensión la izquierda transformadora y alternativa (se suprime española), se encuentra ante el fin de un ciclo político en un contexto en el que las condiciones políticas, económicas sociales y culturales plantean objetiva e imperiosamente la necesidad de su existencia. Por lo tanto es necesaria su (re)fundación recuperando sus principios básicos (se suprime de su constitución) e integrando las aportaciones que la izquierda en todo el mundo ha sido capaz de generar en los últimos veinte años.

Entendemos que, en su actual configuración, IU carece de futuro. En estos años IU ha perdido militancia, pluralidad y conexión con la parte organizada socialmente de la izquierda. Afirmamos que IU vive una crisis política, orgánica y de dirección; por ello en los últimos años hemos venido criticando que se ha ido diluyendo el proyecto que hemos defendido históricamente, de la misma manera que hemos denunciado que el actual equipo dirigente pretendía cambiar la naturaleza del proyecto en la precampaña y en la propia campaña electoral.

1.2.- BALANCE DE UNA ETAPA: SUBALTERNIDAD Y DISOLUCIÓN DEL PROYECTO

La situación de IU tiene causas internas y externas, ya que es verdad que el sistema electoral, el bipartidismo y la falta de tensión social son elementos que dificultan nuestra recuperación, pero no es menos cierto que desde finales de la década de los 90 hemos sufrido un fuerte retroceso electoral, que se confirma en 2004 y en 2008, cuando la crisis política y de influencia social de IU alcanza su cénit y un punto de inflexión especialmente grave para IU, ya que no conseguimos hacernos ver como una fuerza útil para desalojar al PP del Gobierno: tras una etapa de alta movilización social el PSOE recogió los frutos del deseo de cambio de miles de personas. Se derroto al PP, pero al alto precio de hundir IU.

Tal resultado tendría que haber provocado una reflexión de fondo sobre las medidas necesarias para rectificar una estrategia que nos estaba llevando al borde de la desaparición, pero ni la dirección federal ni muchas direcciones de federación realizaron este esfuerzo crítico y autocrítico. No hubo capacidad para desarrollar unas políticas que nos permitieran, si no avanzar electoralmente —pues las circunstancias objetivas no han sido favorables—, sí mantener lo sustancial del apoyo electoral y, sobre todo, la vitalidad interna de la organización, con una militancia que se sintiera parte, con voz y voto, de un proyecto con una política ilusionante y una perspectiva de futuro.

Además, en el período más reciente no podíamos dar por bueno el discurso de que tan importante era derrotar el PP que estábamos dispuestos a sacrificarnos a nosotros mismos; la imagen de victoria que daba la dirección de IU en el 2004 es un claro reflejo de esta deriva que se continuo cuando se escogió el asociarse al gobierno de Zapatero y conformar, en la práctica, una mayoría parlamentaria de Gobierno con el PSOE.

De esta forma aparecen las causas internas que explican nuestra derrota social y electoral, se ha diluido nuestro perfil político y hemos aparecido plegados y subalternos a la estrategia política del gobierno de ZP. Nunca se alcanzó un acuerdo programático explicito, lo que incrementaba la capacidad de maniobra de éste, que estaba en condiciones, en cada momento, de escoger socios para

sacar adelante sus iniciativas. La parte sustancial de la actividad de IU se fue concentrando en torno a un grupo parlamentario débil y en coalición con IC-V. La paradoja resultante es una fuerza política de la izquierda alternativa que todo lo fía a un grupo de tres diputados y a una presencia en los medios de comunicación personalizada en una sola persona.

En ese contexto, la política de «oposición exigente e influyente» de la dirección de IU ha contribuido a la desmovilización, de la que IU ha sido su primera víctima. Nuestra debilidad institucional —tres diputados coaligados con los dos de ICV nunca podían ser «decisivos»— sólo podía compensarse con una política que combinase el respaldo al Gobierno frente al PP con la denuncia implacable de sus políticas neoliberales –auténticas concesiones consentidas a la derecha económica y política- y la movilización en torno a una alternativa.

En otros niveles de la organización se fue produciendo una institucionalización perniciosa, que ha conducido a dejar la organización en manos de cargos electos y a equipos dirigentes elegidos en función de asegurar el continuismo de ciertos electos. Esa nefasta deriva contrasta con el buen trabajo de cientos de concejales, alcaldes y diputados autonómicos y, sobre todo, de la militancia activa entregada que queda.

Con ello, la conexión con la sociedad ha dejado de ser importante, porque lo fundamental era la confrontación con el PP en el Parlamento, la movilización ya no le interesaba a un PSOE encerrado en el Gobierno y nosotros no podíamos a la vez contribuir a la “gobernabilidad” y dar la batalla en la calle, de esta forma se hace evidente, dentro y fuera de la organización, la falta de un proyecto que generase ilusión y se consolida una fuerte tendencia que venía de antiguo y que llevaba al convencimiento de que el trabajo militante servía para poco (en algunos casos mera mano de obra para las campañas electorales), produciéndose contradicciones tan graves como las ocurridas en torno a la Ley de Defensa o de Educación donde se antepuso la relación con el Gobierno a nuestro propio discurso.

Lo que ha quedado claro en estos años es que en España no ha habido, ni en la sociedad ni en el Parlamento, una alternativa desde la izquierda. La línea mayoritaria que se impuso en IU fue definida con precisión: asociarse a la victoria de Zapatero, condicionarla hacia la izquierda y, desde ahí, recuperar electoralmente a IU. Los resultados son conocidos, el PP ha vuelto a perder las elecciones, pero a costa de que hoy Izquierda Unida se encuentre en un momento dramático y en la práctica, se configura como una fuerza casi extraparlamentaria.

No seríamos justos si no reconociéramos que, a pesar de que este proceso se ha acentuado en los últimos años, las causas de la crisis interna vienen de más lejos. Todos tenemos alguna responsabilidad en que IU se haya convertido en una mala copia de un partido político clásico y habernos alejado de la construcción de un movimiento político y social.

En el orden político no ha habido una política clara de alianzas, que no en pocas ocasiones ha confundido los acuerdos tácticos con coincidencias estratégicas. Este déficit político, que debe superarse con un horizonte estratégico claro y un programa coherente, es uno de los retos a superar en el proceso de refundación de IU.

Además, IU ha dejado de ser, en gran medida, un referente único y claro de la izquierda transformadora, especialmente para los trabajadores: Se ha perdido la relación fluida entre IU y los movimientos sociales y sindicales, y existe cada vez mayor dificultad para vincular a los anteriores a nuestro proyecto. IU ha perdido en cierta medida la consideración de referente ético entre buena parte de nuestro potencial electorado y sectores de activistas sociales, políticos y sindicales objetivamente identificados con el programa estratégico que decimos defender.

Así es lógica la pérdida extendida y sostenida de apoyo electoral a IU en cada convocatoria electoral ocurrida en los últimos 10 años. Lo que exige un análisis serio y riguroso; profundamente autocrítico de nuestra práctica política en todos los niveles. Sin ello, no habrá renacimiento de IU

Aún más grave que el serio retroceso electoral es comprobar como todo lo que significó la creación de IU en cuanto a novedad, de una fuerza política de nuevo tipo, alternativa y regeneradora de la actuación social y política ha ido desdibujándose y hoy nuestro movimiento vive una situación de profunda división, de desánimo y de pérdida de identidad. Una formación que tenía la vocación de ser una fuerza alternativa y que hacía de la crítica a las formas tradicionales de hacer política un aspecto central de su identidad, se ha convertido en la practica en un partido más, totalmente volcado en lo institucional, con importantes déficits en el funcionamiento democrático.

De esta manera sufrimos un discurso y una practica que desdibujó IU perdiendo el carácter de fuerza autónoma, dejándonos sin proyecto de Estado y difuminando la centralidad de nuestra actuación política el torno al mundo del trabajo.

1.3.- REFUNDAR Y RENOVAR IU: HACER RENACER NUESTRO MOVIMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL

Se trata de (re)fundar, de hacer renacer IU, partiendo de las bases morales, políticas e ideales de la IU de su primera etapa, para medirse, veinte años después, con la realidad desde el presente y con la experiencia de nuestros éxitos y fracasos y desde aquí, construir colectivamente la nueva Izquierda Unida que los trabajadores, las capas populares y los movimientos sociales necesitan.

Porque, a pesar de la situación descrita, IU sigue siendo una fuerza necesaria y con posibilidades de futuro si es capaz de reconducir su política y devolver la voz (y el voto) a los militantes. Hace falta un rearme ideológico, político y una auténtica revolución que democratice plenamente el régimen interno, que de abajo arriba sacuda toda la organización.

Los objetivos son claros: (re)construir una fuerza política de la izquierda alternativa con un programa claramente anticapitalista y con el objetivo de construir una sociedad socialista en el siglo XXI. Es necesario recuperar IU como Movimiento Político y Social (MPS), plural y participativo, que base su fuerza en la movilización y en su unidad de acción. Desde estos supuestos queremos construir una fuerza capaz de organizar un sujeto político alternativo que rompa con las políticas neoliberales y con unas formas y modos de hacer política oligárquicos y al servicio de los grandes poderes económicos y mediáticos. Esto significa crear las condiciones para construir el Socialismo del siglo XXI, para lo cual es necesario unir lo que, desde el poder han ido enfrentando: democracia, clases trabajadoras y emancipación social. Esto significa elaboración de un Programa anticapitalista, construcción de la III República, y Estado Federal.

Pretendemos por tanto reconstruir IU, (re)fundarla desde la elaboración programática y regenerarla democráticamente. Este es nuestro compromiso.

Recuperar el programa como seña de identidad de IU que expresa una alianza estratégica en lo concreto entre las viejas tradiciones del movimiento obrero y los nuevos sujetos emancipatorios, eso que intentábamos decir cuando hablábamos de alianza roja, verde y violeta, es decir ponernos en disposición de construir aquí y ahora un proyecto socialista.

La regeneración democrática del proyecto tiene que ver con el autoritarismo con el que se ha pretendido dirigir esta organización y con la pérdida real de protagonismo de las organizaciones de base y del funcionamiento regular de los órganos de dirección. Resulta paradójico hablar de desunión, de división interna y de conflicto público cuando se violan sistemáticamente las reglas de juego y la dirección se comporta como una fracción a la vez que se intenta, a espaldas de la afiliación, cambiar el propio proyecto.

Finalmente, estos propósitos no son creíbles si no existe una profunda y extensa renovación en las direcciones a los distintos niveles y en la práctica política cotidiana.

Nuestro objetivo es claro: dar la palabra y la decisión al afiliado y afiliada, convirtiéndolo en el protagonista de nuestra organización, creando mecanismos reales de participación, de elaboración colectiva y de formación política. Cuando hablamos de IU como movimiento político social queremos decir esto, una formación política de nuevo tipo, alternativa a las políticas y a las formas de hacer política dominantes, que haga de la pluralidad ideológica, de la unidad de acción, de la democracia participativa, un ejercicio cotidiano de síntesis política e instrumento para la transformación social.

Junto a ello, es clave en la nueva etapa definir las señas de identidad de IU, sus valores esenciales, tanto en su práctica política –los señalados anteriormente- como en su posicionamiento alternativo: el carácter anticapitalista; su aspiración al socialismo, su carácter republicano y su lucha por un Estado federal solidario de libre adhesión.

II. UN MUNDO EN CRISIS: NEOLIBERALISMO E IMPERIALISMO

Una consecuencia de ese nuevo modo de hacer política, que reclamamos como seña de identidad, es que el proceso de refundación y renovación de IU no puede hacer se al margen de los problemas de nuestro tiempo que afectan a los trabajadores y a los sectores populares. Al contrario, sólo poniendo esos problemas sobre la mesa, y sus alternativas de transformación en la marcha hacía una nueva sociedad, será posible el renacimiento de nuestra influencia política.

No se trata de culminar ahora nuestra discusión con un Programa político y electoral. Lo necesario y urgente es definir los ejes políticos fundamentales que reflejan la identidad de IU y que permitirán que nos reconozcamos en ellos y que los trabajadores, los sectores populares que aspiramos a representar y los movimientos sociales progresistas nos reconozcan en ellos.

Precisamente porque nuestra identidad ha venido diluyéndose en los últimos años, es prioritario recuperar una identidad clara y alternativa.

2.1.- UNA POLÍTICA DE PAZ Y DE OPOSICIÓN AL IMPERIALISMO, SOLIDARIA CON QUIENES LUCHAN CONTRA ÉL

Que se están produciendo cambios profundos en la economía del mundo capitalista y que estos se están acelerando y convergiendo, empieza a ser ya un lugar común. De “la globalización feliz” pasamos a “la globalización armada” (invasión de Irak) y hoy nos encontramos ante una crisis profunda de la globalización. Cuando se habla que nuestro mundo vive un estado de excepción permanente nos referimos, de un lado, a que estamos asistiendo a una violación masiva de los derechos fundamentales (Guantánamo, los vuelos de la CIA, el (mal)trato a los inmigrantes) y de otro, la suspensión real y efectiva de las normas básicas del derecho internacional sustituido por el poder soberano del imperio norteamericano.

La crisis de las hipotecas basura y su extensión al conjunto del sistema financiero internacional pone de manifiesto las enormes fragilidades de la economía capitalista, consecuencia del predominio del capital financiero y de la plutocracia que lo gestiona y lo impulsa. Como en otras etapas de la historia del capitalismo, lo distintivo de la presente fase es que la especulación está en el gobierno de todo el sistema. Sus consecuencias negativas se vienen debatiendo desde hace mucho tiempo y reflejan, en primer lugar, la separación creciente entre los aspectos financiero-monetarios de los aspectos reales de la economía; en segundo lugar, el debilitamiento estructural de los instrumentos de regulación estatales e internacionales; en tercer lugar, el crecimiento vertiginoso de las desigualdades, consecuencia de la puesta en práctica de políticas que favorecen los intereses de la economía financiera.

Conocemos que el capitalismo realmente existente funciona desde hace mucho tiempo creando burbujas financieras que periódicamente pinchan y que exigen, como siempre, la intervención masiva del Estado, es decir, de la socialización pública de las pérdidas de las empresas privadas. Ahora bien, lo que las recurrentes crisis financieras ponen de manifiesto es que, desde hace mucho tiempo, la economía capitalista vive una crisis de sobreproducción y de rentabilidad que sistemáticamente se intenta eludir buscando aplicaciones en la esfera financiera. Hasta tal punto la especulación impulsada por el capital financiero como palanca de acumulación ha cobrado carta de naturaleza, que hoy se estima que el dinero en circulación multiplica por cinco el valor de la producción mundial de bienes y servicios. En este sentido habría que decir que el problema, se reconozca o no, es el capitalismo y las lógicas de sus procesos de acumulación y reproducción.

Sin embargo, esta enésima crisis se da en un contexto, en muchos sentidos, nuevo. En primer término, una crisis energética extremadamente grave que se manifiesta con una subida espectacular del precio del petróleo y que, mas allá, expresa el agotamiento de la base energética fósil en la que se ha basado nuestro marco civilizatorio. Lo que se ha llamado el pico del petróleo implica, entre otras cosas, que se acabó el petróleo barato y que la cuestión de un modelo energético alternativo empieza a ser algo urgente desde el punto de vista histórico. El peligro más grave es que se aproveche esta crisis para un retorno a la energía nuclear con sus graves consecuencias ecológico-sociales y a la estructura de poder que conlleva.

Otro aspecto tiene que ver son las crisis alimentarias en ciernes. Según la FAO, más de mil millones de personas están subalimentadas, de las cuales, más de trescientos millones son niños. La propuesta de sustituir cultivos para la alimentación humana por biocombustibles, como ya advirtieron los movimientos campesinos, tendría como consecuencia inmediata la subida del precio de los alimentos, que ha sido espectacular, y la “planificación” consciente de hambrunas en todo el mundo. Así mismo, la liberalización de los mercados agrarios impulsada por la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la especulación bursátil de los precios de los alimentos, han destrozado las economías de los países empobrecidos, en primer lugar, porque los precios pagados en origen por las grandes cadenas alimentarias impiden su rentabilidad, en segundo lugar, porque el abandono de los cultivos por parte del campesinado ha provocado una concentración de la propiedad de la tierra en manos de los grandes importadores que han puesto al servicio del mercado mundial y de sus destinos mas rentables las grandes producciones agrícolas (arroz, cereales…), desabasteciendo los mercados locales y eliminando el carácter de subsistencia que estos productos para millones de personas. Ahora esos mismos productos, producidos en esos mismos países, son prohibitivos para su población pues deben adquirirlos a los precios que marca el mercado mundial. Estos países hoy empiezan a ser importadores de productos alimentarios, cuando hasta los ingresos por exportación de estos bienes era el casi único recurso para poder impulsar su despegue económico. La brecha entre países pobres y ricos se abre.

Que se apoyen estas medidas y que a la vez se refuercen al límite las políticas migratorias, demuestran hasta qué punto las lógicas del llamado “libre mercado” se imponen a las necesidades de las personas y como los intereses de los países ricos se imponen igualmente a los pueblos subdesarrollados y dependientes. Todo ello en un contexto donde crece la demanda (emergencia de China e India) y donde la especulación financiera busca nuevos espacios de ganancia de los enormes excedentes de capitales sedientos de rentabilidades extraordinarias. En medio de la crisis alimentaria aparece con fuerza la presión de las empresas productoras de alimentos transgénicos como tabla de salvación ante la aparente escasez de aquellos de producción tradicional. La normalización y generalización de los transgénicos no llevaría más que a perjuicios para la salud humana y en toda la cadena de vida de los seres vivos, a la vez que a una dependencia de la agricultura y de los agricultores del suministro de semillas por parte de estas empresas.

La tan traída y llevada cuestión del cambio climático termina por aparecer como algo abstracto y genérico, del cual se discute mucho, pero no acaba nunca de encontrar soluciones reales. Planes tan moderados como los de Kioto son sistemáticamente incumplidos y los cambios en las estructuras productivas de consumo y de vida no se producen y es que, más allá de lo políticamente correcto, como la crisis energética y alimentaria demuestran, la lógica económica y de poder de los países centrales, que son los que realmente definen las políticas, son incompatibles con la perpetuación de la vida en el planeta. Socialismo o barbarie no es un dilema para futuro sino una elección para nuestro presente.

En el trasfondo de lo que podemos llamar el Estado de Excepción global y de la crisis económico-financiera y ecológico-social, está el cuestionamiento de la hegemonía norteamericana. Se ha repetido muchas veces que el predominio de la administración de los EEUU desde la II Guerra Mundial se basó en el dólar y en el Pentágono. Hoy es más evidente todavía. Detrás de la crisis del sistema financiero lo que se pone de manifiesto es la decadencia del dólar como moneda internacional. Desde los años ochenta se ha institucionalizado un juego perverso por medio del cual el planeta le presta sus ahorros a Estados Unidos a cambio de que éste tenga capacidad de compra para adquirir bienes, servicios y recursos. Hablar de parasitismo no supone ninguna exageración y tiene mucho que ver con el dominio que el dólar tiene en la economía global y el control que la administración norteamericana ejerce sobre las instituciones económicas internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Organización Mundial del Comercio).

La gravedad de la situación estriba es que, desde el punto de vista socioeconómico, la tendencia es a la multipolaridad, es decir, al reparto del poder económico. Esta tendencia, que es estructural, se ve contrarrestada por el carácter unipolar político-militar que ejerce EE.UU. El problema de fondo es que cada vez más, las distintas administraciones usen este predominio y su control del dólar para definir sus espacios de poder internacionales cuando su hegemonía está en cuestión. La guerra y la militarización de las relaciones internacionales son la consecuencia de esta tensión que exige un nuevo orden económico y político internacional.

Dotarse de una posición antiimperialista y de lucha por la paz es hoy, como ayer, una necesidad impostergable para los pueblos que luchan por su liberación, para el movimiento obrero y para la izquierda que quiera seguir siéndolo. Eso pasa por hacer del internacionalismo y de la solidaridad un elemento básico de nuestra vida política cotidiana que exige, entre otras cosas, enfrentarse a unas clases dominantes europeas y españolas que intentan hacerse un hueco en la explotación de los países del sur del mundo y especialmente de América Latina y por no retroceder en esa solidaridad cuando el imperialismo y los medios de comunicación a su servicio lanzan campañas de descalificación contra los gobiernos, las fuerzas políticas y los pueblos que se enfrentan a sus designios.

2.2.- LA EUROPA DEMOCRÁTICA, DE LOS DERECHOS SOCIALES, LA SOLIDARIDAD Y LA PAZ: BASES PARA UNA ALTERNATIVA AL TRATADO DE LISBOA.

Con la aprobación del Tratado de Lisboa la UE ha perdido una oportunidad de elaborar una Constitución que sirviera de ejemplo a nivel internacional recogiendo e impulsando en primer lugar los derechos humanos, la paz y la libertad, el pleno empleo de calidad, la protección social, los servicios públicos y el poder de intervención pública de la economía en el marco de un desarrollo sostenible.

Con el Tratado de Lisboa pierden los ciudadanos y gana el mercado

El retroceso en la construcción política europea se produce en el contexto del fracaso de la Estrategia de Lisboa que pretendía convertir a la UE en la economía más competitiva del mundo antes de 2010. En el contexto de la crisis económica los objetivos se pueden dar por fracasados:

-la UE no crecerá un 3%

-No se crearán 20 millones de nuevos empleos

-No se invertirá en I+D el 3% del PIB

El Tratado de Lisboa conserva los mismos principios y políticas neoliberales del fracasado Tratado Constitucional, incrementa la militarización de la seguridad y sanciona un modelo que todo lo condiciona a la preeminencia del libre mercado sobre cualquier otra consideración de protección social.

Las recientes sentencias del Tribunal Europeo en os casos “Vaxholm”,”Viking” y “Rüfert” que sancionan el derecho de las empresas europeas a prestar servicios fuera de su país de origen pagando a sus trabajadores no sobre la base salarial del estado donde se realiza el trabajo sino el de la referencia de origen, supone un claro dumping social y un ataque frontal a las conquistas sociales y al movimiento sindical europeo. Los artículos 43 y 49, el de libertad de establecimiento y libertad de prestación de servicios de los Tratados establece esa primacía sobre los derechos sociales y laborales. Esas sentencias consagran la posibilidad de neutralizar esos derechos en nombre del derecho de las empresas a circular libremente por el mercado.

La flexiseguridad, las deslocalizaciones, siniestralidad y la criminalización de la inmigración forman parte estructural de un modelo de crecimiento y de acumulación de capital salvaje e insostenible.

La directiva de retorno de trabajadores inmigrantes que pretende la deportación de más de 8 millones de inmigrantes sancionando la figura de “detención administrativa” por un periodo de hasta 18 meses, es el botón de muestra más claro del retroceso de los valores y principios garantistas de los derechos humanos en la UE. Mientras la UE se dispone a esa deportación, sus Estados Miembros reducen la ayuda internacional a la cooperación hasta en un 8% menos que en el 2007 contribuyendo así al incumplimiento de los objetivos del milenio.

Las elecciones europeas se celebrarán con el Tratado de Lisboa en vigor y a las puertas de la Presidencia de España por lo que suponen un reto muy importante para IU toda vez que seremos desde nuestro Grupo Parlamentario, el GUE-NGL, los únicos que presentaremos una posición contraria al Tratado de Lisboa.

Por ello confrontamos radicalmente con la llamada miniconstitución europea, plasmada en el Tratado de Lisboa, ya que la construcción política, social y económica de Europa mediante un proceso constituyente que busque la cohesión social y territorial para conseguir el pleno empleo de calidad, desde la intervención democrática de la economía y con la Paz y el desarme como objetivos centrales de un nuevo papel de Europa en el concierto internacional.

En este sentido la elaboración de nuestro programa de cara a las próximas elección europeas (ver punto ), tal como señalábamos anteriormente, es una oportunidad única para presentar empezar a demostrar la voluntad de (re)construcción de nuestra organización tanto en los métodos colectivos de elaboración como en el propio contenido del programa, este debe hacerse en un marco real que señala muy bien las dificultades de la izquierda alternativa en Europa superando en la practica el dilema entre ser el ala “radical” del proyecto socialdemócrata (mejor dicho, social-liberal) o un proyecto propio, autónomo, capaz de impulsar un modelo de sociedad, de Estado y de gobierno de izquierdas.

III- EL CAPITALISMO ESPAÑOL Y SU CRISIS

3.1.- Situación del capitalismo en España

Para definir nuestra alternativa debemos concretar bien la situación de un capitalismo caracterizado por:

  1. Un modelo económico basado:

    • en la acumulación especulativa del capital para crear condiciones de competitividad en el mercado globalizado mediante la creación de grandes multinacionales españolas y la participación de los capitalistas españoles en multinacionales;

    • en la explotación insostenible de los recursos limitados – energía, agua, suelo, personas-, más preocupado por la competitividad, buscando como objetivo número uno el incremento de la productividad, basada en la sobreexplotación de los trabajadores, y en la reducción de los costes laborales.

    • en una acumulación de raíz especulativa basada en el sector inmobiliario y en la búsqueda de inversiones exteriores a las que no se les pregunta su origen ni intención (en muchos casos capitales golondrina, cuando no capitales generados por tráficos de todo tipo), sin planificación industrial, sólo mitigada por algunas insuficientes políticas activas de innovación.

    • en la liberalización de los servicios esenciales, remachada por la Directiva Bolkestein (y los artículos 43 y 49 de los Tratados),, y puesta a disposición de las multinacionales de los servicios esenciales de la comunidad, como el abastecimiento y depuración de las aguas, el mantenimiento y seguridad de las ciudades, la recogida y reciclaje de basuras, la producción y distribución de las fuentes de energía, etc.;

    • en la privatización de cada vez más segmentos de lo público, un modelo de Administración Pública al servicio de la iniciativa privada, con una gestión que huye cada vez más del Derecho Administrativo, incluida la Sanidad, y la Educación;

    • en la privatización incluso de la gestión de ciertos avances sociales, como la constitución de la Atención a la Dependencia mediante parámetros de privatización de estos nuevos servicios;

    • en la prevalencia de la competitividad sobre los derechos de los trabajadores y ciudadanos; reforzada con políticas inhibicionistas en el mercado de trabajo, dejando a la intemperie a los trabajadores, y creando diferencias entre distintos segmentos de la clase obrera, en especial entre hombres y mujeres; etc.

  1. Un modelo territorial que propicia la generación de desigualdades y fomenta la especulación y corrupción urbanística.

    • el urbanismo insostenible, que sacraliza la especulación urbanística y del suelo con la dejación cómplice de las administraciones públicas, que obtienen fondos sustanciales de esas operaciones..

    • la priorización de las infraestructuras viarias sobre las ferroviarias.

    • la especulación sobre accesibilidad y movilidad, especialmente en las aglomeraciones urbanas o áreas metropolitanas, y la privatización de los medios públicos de transportes.

3. Un modelo social en el que:

    • la desregulación laboral conlleva un retroceso de los derechos de los trabajadores: la competencia de las empresas asentadas en España se asegura sobre la base de la precariedad laboral, la siniestralidad, la moderación salarial (los salarios son cada día menos “competitivos” respecto de las variaciones de los precios en el mercado, han caído un 4% en los 12 últimos años), en contraste con el incremento impúdico de los beneficios empresariales y bancarios (han subido un 73% en los 7 últimos años).

    • los bancos saquean a la gente, que debe soportar sin posibilidad de recurso alguno los fraudes financieros legales o ilegales, que suban los tipos de interés de las hipotecas para “enfriar la economía”, que se inventen “ingeniería financiera” para quedarse con el patrimonio de la gente, con parte sustancial de las rentas salariales, con el pequeño ahorro –directo o a través del juego de los activos financieros, de la bolsa- fruto del esfuerzo del trabajo y de las negras perspectivas sobre la capacidad de cobertura de las pensiones)

    • el descontrol sobre la oferta de bienes y servicios en el consumo crea la sensación de que vivimos bien, pero que somos marionetas de la inflación y las grandes empresas, que juegan con nuestra inseguridad alimentaria, con fraudes continuos en viajes, en el disfrute de las ofertas de ocio, etc. (problemas como consumidores y usuarios)

    • la precarización laboral es precarización de la vida misma, supone la inseguridad de segmentos cada vez mayores de jóvenes, mujeres, mayores, etc., que viven sin un empleo seguro, con unas pensiones cada vez más exiguas, e incluso inciertas para el futuro de muchos jóvenes, que no llegarán al 100% de las cotizaciones para obtener una pensión digna en su vejez, y que ya ni siquiera les preocupa… es el síndrome de una juventud que vive al día, resignada a ser explotada durante años, a no encontrar un trabajo digno si no asume una práctica individualista de búsqueda de la rendija por donde colarse en un sistema clientelar de situarse en el status de persona mayor.

    • El modelo educativo se va desnaturalizando, pues se va creando poco a poco una educación para la élite y otra para el común de los mortales.

    • el modelo urbano avanza hacia la deshumanización de la convivencia, hacia la destrucción de los espacios de encuentro espontáneo, social, creando lugares artificiales para la yuxtaposición de individuos aislados o en pequeños grupos rivales unos de otros, más que para la convivencia amable y solidaria.

    • la desinformación y trivialización de la realidad, de los problemas, como cometido principal de los medios de comunicación.

4. Un modelo institucional:

    • supeditación de los medios institucionales y presupuestarios a los objetivos del modelo socioeconómico neoliberal, renunciando a transformar el modelo en otro más social.

    • concentración del poder, papel secundario de los ayuntamientos y administraciones locales, y creación de fórmulas de mediatización de la autonomía local, haciendo depender a los ayuntamientos de consorcios (financiación y gestión mixtas, público-privada), mancomunidades, etc.

    • potenciación del bipartidismo, obstaculización del pluralismo

    • burocratización de la participación, como negativa a una participación más real

    • pseudo integración de los mensajes más avanzados, utilización deformada de términos como “desarrollo sostenible”, “democracia participativa”, etc.

Por tanto, el modelo de acumulación capitalista en España tiene unas características que, en función de los indicadores oficiales, demuestran un grado de radicalidad, por tanto de explotación, superior a la media europea y a los casi 30 países de la OCDE. Precisamente este modelo es el que ahora, sobre todo por razones conectadas con el sector financiero, ha entrado en crisis; de ahí que, la recomposición del mismo modelo, sobre parámetros similares, va a implicar el sacrificio de los de siempre en un alto grado, pagando en principio la factura el empleo, los salarios los gastos sociales.

El crecimiento español, hoy en crisis, se estructura sobre una serie de características: de un lado el sector inmobiliario, basado en la especulación y en el deterioro medioambiental; el funcionamiento del sector financiero, a través de las hipotecas, implica sobreprecios muy importantes. Mientras le vivienda subía en esta etapa un 18% anual, los salarios no pasaban en general del 3%. Constructores y entidades financieras hacían el agosto, encareciendo de forma brutal la vivienda, con un porcentaje muy bajo en la construcción de viviendas protegidas.

Al mismo tiempo, es preciso señalar otra serie de factores: en general, los beneficios empresariales españoles están muy por encima de la media de los países de la OCDE: la media en éstos ha sido (1995-2005) del 33%, mientras los beneficios privados españoles han alcanzado el 73%. Estos beneficios se han asentado sobre un especial marco social y laboral. Los salarios salen muy perjudicados, siendo el único país de la OCDE donde se da un retroceso notable. La precariedad triplica la media europea. La explotación de la inmigración, con un fuerte montante de no legalizados, es fuerte. El salario mínimo es, aproximadamente, la mitad de la media de los países europeos donde existe. La siniestralidad laboral supera con mucho los porcentajes de la zona euro. Y no es que la situación en la Unión Europea, país a país, esté mucho mejor o tienda a mejorar, al contrario. Lo que ocurre es que se van reduciendo progresivamente derechos laborales y sociales conquistados por el empuje neoliberal, no contrarrestado por el sindicalismo y por la izquierda.

Las medidas fiscales y de todo tipo aprobadas por el gobierno, en este marco de crisis, donde el modelo de acumulación ha sufrido una muy seria «avería», apuntan en una dirección equivocada, que intenta lanzar el mismo modelo, incentivando el consumo y los beneficios fiscales, sin atender a un cambio de modelo productivo que supere las graves injusticias sociales y laborales, así como la quiebra medioambiental. Siguen sin aportarse fondos a las políticas de dependencia, para la que no se incentivan redes públicas. Hay una verdadera ofensiva contra los impuestos, una fuerte tendencia a la privatización de los servicios públicos, para que el estado subvencione a bancos e inmobiliarias, a flexibilizar aún más el mercado de trabajo, despidiendo sin aviso previo, como pide la patronal.

Ante este panorama, sufrimos la falta de una alternativa económica de izquierdas real, lo que es una de las principales carencias de las organizaciones sindicales y políticas de la izquierda, algo que las coloca, en el mejor de los casos, a la defensiva, una situación en la que sólo parece posible negociar el mal menor. Y, si aceptas la “economía de mercado”, acabas aceptando las ETTs, la moderación salarial, el empleo precario o la especulación urbanística. El mejor ejemplo nos lo brinda la dirección del PSOE.

IU no va a caer en esa dinámica, es consciente de la necesidad de una propuesta económica clara y concreta, que dé respuesta a los problemas que se le plantean a la clase obrera. Para ello hay que partir de un planteamiento diametralmente opuesto al dominante, al pensamiento único de la “economía de mercado”. El problema está en el capitalismo, cambiar de gestores no resuelve los problemas, y la alternativa económica de IU pone en cuestión desde la raíz el sistema, por que sabe que de lo contrario sólo fracasaría. El capitalismo no es la única opción posible. Con la crisis económica son legión quienes se aprestan a lamentarse de la falta de controles de las finanzas, pero de poco sirve quejarse si aceptamos la propiedad privada de los grandes medios de producción como algo inmutable, pues las principales decisiones sobre los mismos se decidirán en el ámbito privado. La piedra angular de la política económica que propone IU es la planificación de los recursos en función de las necesidades sociales y eso sólo es posible mediante el desarrollo de un sector público amplio y controlado democráticamente.

3.2.- Una salida democrática y social a la crisis que vaya creando condiciones para la superación del capitalismo

La realidad española se caracteriza al menos por dos elementos diferenciadores del resto de Europa: por una parte la presencia fuerte y activa de una derecha que no oculta su ideología conservadora, que, sin complejos, combate las tradiciones culturales de la izquierda y las conquistas sociales tan duramente ganadas por el movimiento obrero organizado.

La otra, una socialdemocracia que implementa desde hace tiempo en toda Europa un liberalismo social que, cada vez más, significa una ruptura con las políticas reformistas y que se configura como el ala social del proyecto neoliberal dominante.

Ambas realidades son efecto y causa de un modelo de integración europea que está degradando los derechos democráticos, convirtiéndose en la excusa para ir destruyendo los derechos sociales y laborales en todo el continente (suprimir las democracias realmente existentes) e impidiendo de hecho estrategias económicas y sociales alternativas al modelo neoliberal.

Para nosotros es fundamental combatir el bipartidismo en lo que significa no solo reducción del pluralismo y marginación de ideología y propuestas sino, sobre todo, porque facilita el control político de los poderes dominantes y refuerza el carácter de democracias electorales de nuestros sistemas políticos, donde periódicamente los consumidores políticos son llamados a votar a una derecha que realmente lo es o aun partido de resonancias de izquierda que actúan como lado amable del capitalismo realmente existente. Lo que desaparece es la izquierda en cualquiera de sus acepciones y con ella la conexión entre la política y un movimiento obrero moral y socialmente desintegrado.

Es necesaria una salida democrática a la crisis donde sea posible la intervención pública de la economía, impidiendo que continúe el proceso de privatizaciones y revirtiéndolo con un amplio sector público que permita una planificación democrática para abordar las prioridades económicas y sociales de la mayoría en el marco de un desarrollo sostenible.

Frente a esta situación, junto a la resistencia a los despidos, a la flexibilización y a la destrucción de los derechos debe fijarse objetivos de cambio del modelo, tanto en lo que se produce y cómo se produce como en la forma de repartir el resultado del trabajo de todos.

Esta reorientación será posible si somos capaces de limitar el poder de la banca y de los especuladores, en un momento de debilidad como en el que se encuentran. Para ello es necesario establecer el control público sobre las Cajas de Ahorros, desarrollar un sistema público financiero, impedir la socialización gratuita del “pinchazo” de la “burbuja” y modificar la legislación hipotecaria y urbanística para recuperar el control sobre la propiedad del suelo urbano.

IV. NUESTRA IDENTIDAD COMO FUERZA ANTICAPITALISTA

Izquierda Unida como movimiento político y social es un instrumento para la acción política. La realidad es que nuestra organización ha derivado hacia una estructura cerrada, apartada del debate real de la sociedad donde la lucha por un poder cada vez más escaso, se va convirtiendo en la cuestión central. La conexión entre la teoría y la práctica se rompe y los aparatos institucionales acaban por determinar la línea política y los modos de actuación.

Desde estos análisis consideramos que IU debe (re)construirse como alternativa social, política y cultural al neoliberalismo, impulsando el conflicto social y la organización de los ciudadanos y ciudadanas en torno a una alianza violeta, verde y roja, desde una estrategia que se plantea hasta las últimas consecuencias la socialización del poder, la riqueza, el trabajo y los tiempos de la vida.

Nuestro objetivo como izquierda alternativa es claro: organizar a la sociedad en torno a una alternativa a las políticas y los modos de hacerlas dominantes. Esta es la tarea central de una verdadera (re)fundación de IU, que concreta sus señas de identidad, junto al combate contra el imperialismo y la solidaridad con los demás actores progresistas de este combate, la confrontación con el modelo surgido del Tratado de Lisboa y la movilización por una salida democrática a la crisis, en:

4.1. IU defiende una alternativa socialista a las políticas del capitalismo

El neoliberalismo hay que entenderlo como un proceso histórico de recuperación capitalista e imperialista, cuyo objetivo ha sido hacer retroceder las conquistas históricas de los trabajadores y de los pueblos, profundizar hasta el extremo la mercantilización el conjunto de las relaciones sociales y la vida en el planeta, convertir la democracia en un simple ritual electoral y bloquear con la globalización cualquier intento de cambio de base del desorden existente,

Frente a esta situación debemos plantar batalla para recuperar el verdadero sentido de la democracia, la defensa de lo público, el valor de la solidaridad, la lucha por la justicia social, la recuperación de la importancia de superar las desigualdades y de manera especial la defensa de la Paz como seña de identidad de nuestra apuesta por construir otro mundo.

IU debe situarse claramente ante la sociedad como una fuerza que cuestiona el actual modelo de producción capitalista y de vida por ser no sostenible y ser pernicioso para la supervivencia del planeta. No es posible generalizar el sistema de bienestar social que disfrutamos en el Primer Mundo, basado en un consumo irresponsable, superfluo y excesivo, al resto del planeta sin antes cambiar las relaciones económicas y sustituir el «libre” mercado por un control público y social de la economía. No es posible salvo que conscientemente asumamos la destrucción de nuestro planeta y la pobreza estructural que afecta a las tres cuartas partes de la población mundial.

El mercado en los países capitalistas desarrollados, frente a quienes defienden como indiscutible su papel racional y socialmente progresista, no asigna eficientemente los recursos como muestran claramente la actual crisis alimentaria, el desempleo masivo, el desarrollo desigual y las diferentes burbujas; no es un factor de dinamización de la economía -a no ser que aceptemos como dinamismo la guerra y otras formas de destrucción creativa de recursos humanos y materiales- ni generador de innovación, como muestran los retrasos en las aplicaciones productivas de nuevas tecnologías que van contra determinadas ganancias y beneficios, como ocurre, entre otros, en los casos de la medicina y las energías renovables. Por el contrario, es el generador de la guerra, la injusticia, el hambre y la falta de derechos democráticos.

IU debe incorporar a su programa la plena consecución de todos los derechos humanos reconocidos en las declaraciones internacionales, tanto en materia de derechos civiles y político, como económicos, sociales y derechos colectivos, también denominados de ”tercera generación”, como son los derechos colectivos de los pueblos, el derecho al disfrute de un medio ambiente sostenible, los derechos de os colectivos excluidos y de as minorías, etc.

Aquí y ahora debemos proponer otro desarrollo, un nuevo desarrollo social y ecológicamente sostenible, que subordine la economía a las necesidades básicas de las personas y que asegure una relación armoniosa con la naturaleza. La superación del actual modelo de acumulación y la apuesta por las energías renovables, asumiendo en ese proceso la urgencia de un giro civilizatorio radical capaz de frenar el cambio climático, entre otras cosas, deben ser el eje de la reestructuración del sistema productivo, propiciando una nueva síntesis entre la vieja tradición del movimiento socialista y la ciencia crítica de nuestro tiempo.

Este socialismo que defendemos se fundamenta en un cambio en las relaciones de propiedad de los grandes medios de producción —es decir, la abolición de la propiedad privada de los mismos— que posibilite la socialización de las fuerzas productivas y su planificación democrática en función de los intereses sociales y de forma sostenible ecológicamente. Una planificación democrática y descentralizada de la economía, sólo puede pasar de ser una buena idea a algo realmente posible si no olvidamos que ese objetivo es incompatible con la persistencia de la propiedad privada que fundamenta el control de unos pocos sobre los principales medios de financiación, producción y distribución. Es imprescindible el control público de sectores estratégicos: energía, telecomunicaciones, industria pesada, banca pública y cajas de ahorros.

4.2. IU sitúa en el centro de su alternativa a los trabajadores.

El conflicto capital/trabajo es hoy especialmente acusado y desigual: una clase obrera manual e intelectual muy numerosa, con una división interna (social, cultural y de género) extremadamente aguda y una creciente “invisibilidad social”, enfrentada a un capital globalizado, sin fronteras, de una voracidad ilimitada.

Hoy sigue vigente la idea de que “la historia escrita de la humanidad es la historia de la lucha de clases”. Cuando una minoría es dueña efectiva del mundo, el conflicto entre las clases hay que verlo, más que nunca, como un hecho a escala mundial. Nunca había existido una clase trabajadora tan numerosa como ahora. Y tiene, objetivamente, la fuerza decisiva para plantar cara al capital, pues es su acción decisiva para que funcione la economía mundial.

. La lucha del movimiento obrero nunca fue idílica, pero ha sido la fuerza motriz de los grandes cambios históricos desde la Comuna de París de 1871 y, sobre todo, desde la revolución rusa de 1917. De Marx ya aprendimos que la competencia la desune (y desde entonces el capitalismo ha alcanzado victorias importantes en la fragmentación y su dispersión), pero también que la lucha inevitable con la burguesía acaba uniéndola. En la medida que el capitalismo se funda en la explotación de los trabajadores, los intereses de ambos entran en conflicto tarde o temprano. Es la experiencia viva de ese conflicto, con sus victorias y sus derrotas, la que va alentando la concienciación sobre sus intereses como clase. La discusión no es si se dará ese proceso de toma de conciencia, sino cómo podemos intervenir en él y contribuir a su avance.

Por tanto, nos corresponde elaborar una propuesta creíble centrada en la impugnación de un modelo económico basado en la explotación laboral, la depredación medioambiental y el sistemático desmantelamiento del Estado social. Una fuerza socialista y republicana de ámbito estatal, dirigida al sujeto social configurado por los/as asalariados/as, y de forma especial a los precarios/as, las mujeres y los inmigrantes de nuestro país.

La lucha por la unidad de los trabajadores y del conjunto de los asalariados, por su protagonismo político y su autonomía cultural, por su organización y movilización, debe ser un objetivo prioritario de Izquierda Unida, los que tiene mayor dimensión en estos momentos de crisis si no queremos que ésta se resuelva a favor de los de siempre.

La nueva IU debe protagonizar la lucha por la salida desde la izquierda de la gravísima crisis económica, para cerrar el paso a propuestas derechistas y ultraconservadoras que se dan en el marco de una hegemonía neoliberal.

4.3. IU lucha por la igualdad real de las mujeres.

Hemos analizado muchas veces cómo las políticas neoliberales afectan de manera muy especial a las mujeres. Bajo la falsa imagen de ir incorporando sus reivindicaciones, nos encontramos con un complejo entramado que perpetúa el mantenimiento de roles tradicionales, generando formas que impiden el acceso a las mujeres, en igualdad de condiciones, a los diversos sectores que componen la vida económica, política y social. Las políticas institucionales profundizan en el mantenimiento de actitudes, valores y comportamientos que perpetúan la desigualdad y profundizan en las formas de discriminación, y cuando se afrontan reformas parciales, no se destinan ni recursos económicos ni personales suficientes para llevarlas a cabo.

Desde Izquierda Unida defendemos que sólo con la implantación de valores justos, equitativos, solidarios y feministas, la sociedad puede alcanzar realmente la convivencia entre iguales.

Las transformaciones que necesitamos pasan por que las mujeres tengan el protagonismo de sus vidas para lo que es imprescindible su participación, a todos los niveles, en condiciones de igualdad.

La lucha por la igualdad de salarios y por servicios públicos universales, públicos y de calidad que garanticen la autonomía de las mujeres para su participación en igualdad en todos los aspectos de la vida económica, social, política y cultural, son dos elementos clave que Izquierda Unida defiende para la consecución de una igualdad efectiva. Debemos enfocar también la lucha contra la precariedad laboral y la privatización o liberalización de servicios en la perspectiva de género.

Empoderar a las mujeres significa hacer del feminismo parte esencial de nuestro bagaje político, y para ello defendemos la igualdad económica (acceso al empleo de calidad y en igualdad), servicios públicos de calidad (que socialicen los cuidados), la visibilidad política (paridad en la representación política) y educación social en valores feministas que rompan la idea de las mujeres en su rol sexual, la división sexual del trabajo, el trabajo no remunerado, la doble jornada, los tiempos separados, la explotación sexual…, para avanzar hacia nuestro objetivo de crear una sociedad donde la igualdad entre hombres y mujeres sea una realidad.

4.4. IU defiende la República Federal Solidaria

(se suprime el inicio)La crisis económica global en la que estamos envueltos nos hace ver con más claridad, si cabe, que no hay tanta libertad, ni tanta vivienda, ni tantos derechos como la Constitución de 1978 proclama. El pacto Constitucional sobre el que se sustenta la monarquía lo ha desautorizado la propia realidad, la propia manera con la que se han impuesto y por el resultado en la vida concreta de las españolas y los españoles.

En estos momentos la Izquierda Alternativa cuenta con suficientes razones de todo tipo para plantear la alternativa republicana partiendo de la denuncia de que los ordenamientos jurídicos que regulan nuestra monarquía imposibilitan de forma objetiva la Libertad, la Igualdad y la Justicia Social.

En estos tiempos no es suficiente que la Constitución recoja el derecho a una pensión digna para evitar la pobreza en los últimos años de nuestras vidas, ni que figure que todos somos iguales ante la Ley. No tiene ningún valor que se proclame el derecho a la vivienda o la subordinación de la riqueza del país al interés general, nada de esto ni de otras cuestiones sirven para nada si tras estos planteamientos expresados en artículos no figuran otros que garanticen constitucionalmente su ejecución.

IU debe apostar claramente por la profundización democrática, por métodos participativos de ejercicio democrático para los ciudadanos, por la elegibilidad de todas las instituciones y poderes reales del Estado, incluyendo aquellos que nunca se han sometido al veredicto de las urnas, como es la Jefatura del Estado, el poder económico o el poder mediático.

IU debe exigir, y conseguir para los ciudadanos, el pleno cumplimiento de los derechos sociales contemplados por nuestra Constitución y por las declaraciones internacionales de derechos humanos. Ése debe ser el eje de nuestra política y condicionar cualquier posible política de alianzas, tanto en la calle como en las instituciones.

La República Federal Solidaria que propugnamos reconocerá el derecho de autodeterminación de todos los pueblos, regulándose su ejercicio a partir de la exclusión de la violencia como medio para la resolución de conflictos entre pueblos, de modo que su participación en el Estado descanse sobre su libre decisión y no sea impuesta por la fuerza. A su vez, la solidaridad requiere un sistema de financiación equitativo y solidario concertado multilateralmente en un marco federal, donde cada uno aporte progresivamente según su renta y reciba según sus necesidades, de modo que la carga fiscal dependa de los ingresos de cada persona física o jurídica, y no del territorio donde resida -con independencia de que la recaudación sea gestionada desde cada comunidad- y con una redistribución equitativa tal, que, descontados los gastos federales generales, cada comunidad reciba la parte proporcional que le corresponda, de acuerdo con criterios objetivos acordados de forma multilateral como la magnitud de la población o del territorio.

Por lo tanto nuestra apuesta es clara: una reforma constitucional para llegar a una república federal, democrática y solidaria, capaz de garantizar los mismos derechos económicos y sociales a la ciudadanía independientemente del territorio donde resida, que garantice la planificación de la economía en función de las necesidades sociales y ecológicamente sostenible, basado en amplio sector público económico controlado democráticamente, la democracia participativa y el derecho de los pueblos a su libre autodeterminación. Una reforma constitucional que deberá estar precedida de un Referéndum donde nuestros pueblos puedan decidir entre las dos formas de Estado: Monarquía o República. Esa será la exigencia de IU.

Un régimen político que lleve a cabo una plena democratización de todas las instancias de la administración y el poder, con medidas como elección democrática de los jueces, democratización del ejército, la policía y la judicatura, que garantice plenas competencias y recursos a los ayuntamientos.

Una España republicana en una Europa avanzada socialmente y solidaria con los pueblos del sur. Solidaridad que debería empezar con la derogación de la Ley de Extranjería y la renuncia a ejercer el papel de gendarme de una Europa-fortaleza ante cuyas fronteras se estrellan las esperanzas –y muchas veces las vidas- de millares de hombres y mujeres que huyen de la pobreza.

4. 5.- IU trabaja por la paz preventiva

A estas alturas es claro que hay una relación directa entre la globalización capitalista, la militarización de las relaciones internacionales y la guerra, preventiva o no. También queda claro que este proceso tiene como instrumento privilegiado la OTAN y que las diversas iniciativas que se están tomando van en la dirección de un rearme general.

El gasto militar superó las cifras récord de la guerra fría y la tendencia continua superando los 834.000 millones de euros, quince veces más de lo que se gasta anualmente en ayuda internacional. Esta cifra significa un 2,5% del PIB mundial. Las 100 mayores empresas de armas han incrementado sus ventas un 70 %.

La UE, la OTAN, y por tanto, el gobierno español es cómplice de ese aumento del gasto militar al comprometerse en la cumbre de Riga a “suministrar continuamente, de forma individual o colectiva, los recursos que sean necesarios para permitir a nuestra alianza las tareas que le demandamos…anima a las naciones a incrementar sus gastos de defensa en términos reales…”

En este contexto han saltado las alarmas y se apunta a un ataque preventivo masivo contra Irán, realizado por Israel, EEUU y la OTAN.

La situación no admite espera. Urge impulsar una estrategia de paz preventiva que impida la ampliación de las guerras ya existentes en Oriente Medio y proponga una alternativa de paz basada en el desarme, en la reducción de los arsenales militares (nucleares o convencionales), en la eliminación de todas las bases militares, la disolución de la OTAN y la apuesta clara por un nuevo orden económico, social y ecológico internacional.

IU reclamará la desvinculación de la Seguridad de España de la Seguridad de los EE.UU. denunciando el tratado bilateral para retirar la presencia militar norteamericana de las bases de Rota y Morón y la retirada de las tropas españolas de Afganistán y de otras misiones internacionales

En definitiva, IU debe abordar la lucha por la paz como una prioridad del momento y movilizarse frente las guerras actuales y las que se presagian.

4.6. IU quiere contribuir activamente junto al Partido de la Izquierda Europea a la construcción de la alternativa a la Europa de los mercaderes.

Deberían superarse las ambigüedades existentes y optarse por desarrollar un sujeto político europeo capaz de construir social y políticamente una alternativa a la Europa de los mercaderes y del capital. El Partido de la Izquierda Europea (PIE) es hoy una esperanza y el núcleo, apenas embrionario, de una fuerza que emerge con la voluntad de ser referente político de la izquierda en Europa. Pero necesita un cambio radical para, en primer lugar, asumir un esquema menos rígido de estructura, no puede pretender ser un Partido que trate de unificar a los Partidos y fuerzas miembros que somos representantes de la pluralidad ideológica de la izquierda.

Izquierda Unida apuesta por que la necesidad de coordinar políticas concretas a nivel europeo a través del PIE y del GUE con acciones que hagan visibles que los problemas de la UE nos afectan directamente. Entendemos que sólo de manera coordinada con la Izquierda Europea podemos avanzar en el desarrollo de nuestras democracias, de los derechos sociales y sindicales y en el gobierno de la economía. Trabajaremos para que el PIE implique más a los trabajadores organizados y a los demás movimientos sociales en la construcción de una Europa alternativa. La actual está avanzando hacia una vertiente peligrosa, la del capitalismo salvaje, degradándose nuestras democracias y acentuándose la crisis de la política en un nuevo tipo de Fascismo y de xenofobia en el que no es casual el triunfo de Berlusconi en Italia.

4.7. IU quiere construir las vías hacia un socialismo del siglo XXI.

A la ofensiva del imperialismo se está enfrentando la lucha de los trabajadores y los pueblos del mundo. Del Medio Oriente a América Latina, y a Asia, se da una vigorosa resistencia y los procesos de cambio hacia el progreso avanzan, demostrando que es posible revertir la situación actual, por lo que la conformación de una izquierda anticapitalista tiene que ser necesariamente una izquierda antiimperialista, y en consecuencia y, como hemos dicho antes, una izquierda solidaria activamente con las luchas y la resistencia de quienes plantan cara al imperialismo tanto en lo que supone de intervenciones y ocupaciones militares, como de globalización neoliberal.

La realidad es que hoy, en América Latina y en otras partes del Planeta, al calor de las luchas sociales, del movimiento antiglobalización y de los cambio políticos, retorna de nuevo la alternativa al neoliberalismo como parte de un proceso histórico de superación de la sociedad capitalista, resaltando de forma muy especial el desarrollo de experiencias de construcción de poder popular desde la base. De manera especial, nos felicitamos por los avances importantes producidos en los procesos sociales y electorales que se están celebrando en toda Latinoamérica, luchas que son el factor determinante para que, se abran la esperanza para el triunfo de caminos de paz y de progreso social para la humanidad.

En este momento, de forma autocrítica, la izquierda tenemos que plantearnos la situación que vive la mayor parte del continente africano, un verdadero “agujero negro”, una verdadera vergüenza para la humanidad y sobre todo para un primer mundo que contempla África exclusivamente como un problema de inmigración que viene a turbarle su trasquilad, escondiendo la realidad de un continente devastado por el hambre, las enfermedades, la desarticulación territorial y social y la falta de perspectivas de futuro.

En ese contexto deberemos redoblar nuestras acciones de apoyo al pueblo saharaui y a la exigencia del cumplimiento de las resoluciones de NN.UU. para la celebración del referéndum de autodeterminación que ponga fin a la situación de los territorios ocupados del Sahara Occidental.

Situación que esta propiciando un nuevo colonialismo que por una parte trata de apoderarse de los recursos naturales y por otra expulsa a la población que mantiene en la miseria, para disponer de un ejército de reserva de mano de obra barata para el mundo desarrollado.

Desde esta autocrítica tenemos que comprometernos mantener encuentros con la izquierda africana para ayudarla solidariamente a que se active la lucha social y de perspectivas de futuro a unos pueblos al borde del exterminio.

La tarea no es fácil, pero una fuerza alternativa como es IU debe organizarse en torno a principios fuertes y a esperanzas fundadas en las contradicciones sociales y culturales reales. Lo fundamental es situar la idea de un nuevo socialismo en la agenda política, que sirva de horizonte y engarce con nuestras reivindicaciones programáticas, desde el convencimiento de que para salir de la actual crisis de la izquierda hace falta crear una subjetividad antagonista y que esto hay que organizarlo.

Estos 10 ejes esenciales, que concretan nuestros valores y expresan nuestras señas de identidad políticas fundamentan nuestro Programa político para la movilización y para una alternativa en las instituciones, cuya discusión y elaboración habrán de ser una tarea colectiva ente la IX y la X Asambleas.

V.- BASES PARA UN PROGRAMA POLÍTICO DE MOVILIZACIÓN Y DE TRABAJO INSTITUCIONAL ALTERNATIVO

5.1.- Ante las próximas elecciones europeas, IU defenderá una alternativa que pretenda:

a) Un verdadero proceso constituyente europeo eligiendo una Asamblea Constituyente con mandato de redactar la Constitución Europea.

b) El pleno empleo de calidad, la lucha contra la precariedad, la temporalidad, la siniestralidad y las deslocalizaciones.

c) Aumentar el gasto público reforzando y protegiendo los servicios públicos sean estos deficitarios o no. Devolver al sector público todos los servicios privatizados durante estos años y desarrollar una forma plenamente pública –en titularidad y gestión- de los servicios necesarios para la sociedad.

d) Eliminar el principio de libre mercado y equilibrio presupuestario posibilitando la intervención de los poderes públicos en la economía.

e) Incentivar la creación de consorcios públicos europeos en sectores estratégicos de la economía como el sector bancario, las telecomunicaciones, la energía, industria naval, aeroespacial, el transporte, el agua y los servicios postales.

f) Controlar democráticamente al Banco Central Europeo.

g) Desmilitarizar la seguridad y desvincular la seguridad de la UE a la de los EEUU

h) Sustituir la estrategia de Lisboa por una Estrategia Europea para la Solidaridad y el Desarrollo Sostenible centrada en políticas económicas, sociales y ambientales que fomenten la inversión:

  • En calidad de trabajo(El buen trabajo, que denomina el sindicato del metal de Alemania)

  • En infraestructuras básicas industriales

  • En políticas de cohesión

  • En protección al medio ambiente y técnicas ecológicas

  • En unas normas que garanticen los derechos laborales, sociales, ambientales y de seguridad.

  • En el desarrollo de un sólido sector público europeo que abarque los servicios públicos europeos y los sectores económicos clave para la sociedad.

  • En la economía social

  • En la protección social

  • En el incremento de la ayuda al desarrollo

  • En la investigación y la innovación públicas

  • En la aplicación y desarrollo de energías renovables

  • En seguridad alimentaria

5.2.- Frente a la crisis económica y la amenaza que representa para los trabajadores y otros sectores populares, la salida que IU plantea se construirá:

  1. Defendiendo el empleo digno y seguro, los salarios dignos y la disminución de la jornada de trabajo. Penalizando la precariedad y sancionando la discriminación salarial. Generalizando cláusulas sociales, empezando con la contratación pública.

  1. Elevando la protección social y el gasto en la misma a los porcentajes de la media europea. Es posible; el gasto social de un país no es más que la parte del trabajo colectivo que se destina a atender las necesidades de quienes no pueden trabajar. Lo que no se atiende desde el gasto público se convierte en trabajo privado, no remunerado de la gente, especialmente de las mujeres. Para ello es imprescindible una fiscalidad progresiva, basada en el mayor peso de la imposición directa, de forma que grave más a quienes mas tienen.

  1. Desarrollando un sólido sector público que abarque los principales resortes de la economía y los servicios públicos, de forma que se garanticen realmente los derechos de los trabajadores, la planificación democrática de la economía en función de las necesidades sociales y el cambio de modelo productivo a uno sostenible ecológicamente. Los millones de horas trabajadas en los años pasados en el “ladrillo” se han destinado a construir catedrales en el desierto, a forjar las cadenas de las hipotecas eternas y a convertir en beneficios privados la propiedad común mientras lo público se degradaba y colapsaba.

  1. Defendiendo la eliminación gradual de todos los conciertos con entidades privadas en el ámbito de la sanidad, educación, servicios sociales y servicios públicos, en general.

  1. Invirtiendo en una economía sostenible, austera en el empleo del agua y la energía, en un modelo de transporte racional, en la recuperación de las ciudades y barrios deteriorados para su población, en la investigación que busque mejorar la vida y la sostenibilidad.

  2. Desarrollando instrumentos de democracia participativa, para que desde cualquier instancia pública, política y social, los y las ciudadanas establezcan las prioridades y el control del gasto en función de los intereses y las necesidades de la mayoría. En este sentido, nuestros cargos públicos tiene un papel fundamental. El ejemplo de los Presupuestos Participativos en aquellos ayuntamientos donde se han puesto en pie demuestran la capacidad de la gente para organizarse, decidir y desafiar a los grandes poderes políticos y económicos.

En ese contexto, lucharemos por:

a) Medidas urgentes para recuperar los salarios y desarrollar los sistemas de protección social.

b) El empleo digno, estable, seguro y sin discriminación salarial. Medidas para la eliminación de la precariedad y la discriminación salarial, exigiendo el estricto respeto a la causalidad en la contratación y suprimiendo las ETTS

c) El pleno empleo, con la reducción de la jornada laboral sin recorte salarial, recuperando el principio de trabajar menos para trabajar todas y todos, y el pleno ejercicio de los derechos sociales y sindicales.

d) Valorizar la diferencia de género en el seno de las clases trabajadoras y la apuesta nítida por superar la división sexual del trabajo y un nuevo reparto de los tiempos de la vida; IU exige pide los mismos derechos para las personas independientemente de cuál sea su opción sexual.

e) La democracia económica como desarrollo de la democracia de los trabajadores que posibilite a estos intervenir en la organización del trabajo y en el control del excedente económico, medida para la que es clave el desarrollo del sector público pues es el único realmente sometido al interés social y susceptible de un eficaz control democrático.

f) Impulsar políticas reales que fomenten la solidaridad de clase entre los inmigrantes y el resto de los trabajadores, combatiendo cualquier forma de xenofobia y discriminación y propiciando el pleno ejercicio de todos los derechos.

5.4.- Por una alternativa a la violencia en Euskadi

    1. Llamamos a la proclamación de un nuevo proceso de paz, pues es la única vía para una solución efectiva del conflicto vasco.

    2. Exigimos a ETA que deje definitivamente las armas, cuya actuación rechazamos de plano.

    3. Es necesario exigir el respeto escrupuloso a todos los derechos democráticos. La democracia se defiende con más libertad, no conculcándola, por lo que proponemos que se abra un diálogo entre todas las fuerzas políticas, sin exclusiones, para avanzar en todos estos temas:

1.- El traslado de todos los presos a cárceles en el País Vasco, tal y como reconoce la legislación actual, así como el respeto a todos los beneficios penitenciarios que les reconoce la ley.

2.- La derogación de la Ley de Partidos. Ninguna fuerza política puede ser ilegalizada por lo que dice o no dice, no podemos aceptar que a nadie se le condene por sus opiniones políticas.

Desde un punto de vista válido para todo el Estado, reiteramos aquí las posiciones expresadas en otros puntos de este documento:

  • Reconocimiento del derecho de autodeterminación como vía para una República federal y solidaria, de libre adhesión.

  • Deben tomarse las medidas de apoyo social y material a las víctimas del terrorismo, pero rechazamos su manipulación interesada por parte de la derecha para lograr sus fines políticos.

  • Supresión de la Audiencia Nacional

Sobre todos estos temas proponemos que se abra un diálogo entre todas las fuerzas políticas, sin exclusiones.

En el marco del proceso de Refundación de IU debe celebrase una Conferencia Estatal que, tras un debate democrático concrete la posición de la organización sobre la estructura del Estado y las medidas políticas concretas para alcanzarla.

5.5.- La unidad de la izquierda

La tarea de IU es primero consolidar su propio apoyo, pero es imposible que tenga futuro si no es capaz de desarrollar una política de la unidad de la izquierda capaz de hacer frente a la derecha, pero, al mismo tiempo capaz de desenmascarar la política neoliberal, de defensa de los grandes intereses económicos y de concesiones a la derecha política que lleva adelante la dirección del PSOE, y que es preciso evidenciar ante sus militantes y votantes.

Hoy el referente de IU no es el PSOE, sino el compromiso con nuestro programa y los sectores que defendemos. Con la política actual de la dirección del PSOE no es posible un acuerdo estratégico. Cualquier acuerdo de otro tipo en cualquier nivel debe quedar subordinado a un programa político claro y público. Los ejes principales de ese programa, en las actuales condiciones de crisis económica y política deberían fundamentarse en:

El objetivo de un empleo de calidad, bien remunerado y estable: Elevación del SMI al nivel que establece la Carta Social Europea de forma inmediata y subidas anuales de los salarios en función del aumento del coste real de la vida. Eliminación de todas las formas de contratación precaria y las Empresas de Trabajo Temporal, para que se respete estrictamente el principio de causalidad. Reducción de la jornada laboral semanal a 35 horas sin merma salarial. Respeto de los derechos laborales y democráticos de todos los trabajadores, independientemente de su nacionalidad, raza o sexo.

– Consolidación y desarrollo de los servicios públicos. Incremento del gasto social hasta la media europea en esa legislatura como primer paso para que éstos sean acordes con las necesidades reales. Supresión de los sistemas concertados con la privada en todos los servicios públicos, especialmente en Sanidad, Educación y Servicios sociales. Democratización de la gestión de dichos servicios. Garantizar la descentralización y recursos suficientes a todos los Ayuntamientos para la prestación de los servicios públicos y sociales.

– Elaboración de una carta de derechos sociales, que garantiza su cumplimiento efectivo en todo el territorio del Estado.

– Una solución política para el problema vasco, que se sustenta en el reconocimiento de todos los derechos democráticos (incluido el derecho de autodeterminación).

– Cierre de las bases militares de la OTAN y de las intervenciones militares en otros países.

En el proceso de refundación, y especialmente en su segunda fase, de forma vinculada a la elaboración de nuestro programa electoral y de gobierno, habrá que suscitar un amplio debate en la organización que fije el desarrollo concreto de estos puntos y su conveniencia y adecuación. De la misma forma, habrá que hacerlos corresponder con las competencias existentes en cada nivel de la administración (Gobiernos autonómicos y locales). Igualmente será necesario establecer una estrategia semejante para los acuerdos con otras fuerzas políticas.

Es necesario también articular criterios y condiciones para otras formas de apoyo, ya que existen más posibilidades que la formación de gobiernos de coalición y ello no debe hacer descender el compromiso con nuestros electores y el respeto de nuestros programas.

Este proceso de debate, que es crucial para la identidad de IU debe ultimarse en cualquier caso con tiempo suficiente para las próximas convocatorias electorales. Es preciso apuntar aquí que una de las causas principales de la crisis de IU, como se dice en otros apartados de este documento, ha sido la mala aplicación de nuestra política de alianzas, la falta de respeto a los acuerdos de los órganos en este campo y el claro incumplimiento de nuestros programas electorales.

En cualquier caso, si depende de ella, IU nunca facilitará gobiernos de derechas.

VI.- NUESTRA PROPUESTA: CONSTRUIR COLECTIVAMENTE UN PROYECTO ALTERNATIVO CON ESPACIO POLÍTICO, SOCIAL, CULTURAL E INSTITUCIONAL PROPIO

Esta Asamblea Federal no debe ser el final de este proceso de reconstrucción de Izquierda Unida que planteamos, sino que debería convertirse en el inicio del mismo, en el inicio del proceso refundador de la izquierda transformadora representada hoy por IU. Debe, por tanto, ser un proceso de unidad y cohesión, comprometiéndonos a crear un nuevo clima de trabajo basado en la confianza y lealtad mutua entre todos, militantes y dirigentes.

IU debe ser el embrión de la recuperación política de la izquierda transformadora y anticapitalista española, sin descartar que al final de ese camino de la actual IU nazca una fuerza política diferente, más rica y plural, un verdadero movimiento político y social con verdadera influencia política y capacidad de realizar los profundos cambios que nuestra sociedad demanda.

La primera tarea que nos encomendamos es hacer realidad lo proclamado por los Estatutos vigentes de IU: El funcionamiento democrático y participativo de IU se basa en la primacía del funcionamiento de la Asamblea en sus respectivos ámbitos. Es el mecanismo que garantiza que el conjunto de las decisiones vaya de abajo a arriba.

La refundación de IU debe abordar dos fases.

La primera, la próxima Asamblea federal, que como decimos no puede ser el final de la reconstrucción del proyecto, La Asamblea debe fijar nuestros principios y normas de funcionamiento, además del balance autocrítico de nuestro trabajo y las tareas más inmediatas en función del momento político que vivimos. A esa finalidad atiende este documento. A partir de ahí, la Asamblea debe ser el inicio de un proceso que en el plazo de dos años presente a la sociedad española una nueva Izquierda Unida superadora de las actuales deficiencias. Es por ello, por lo que planteamos una Reconstrucción en dos fases, entendiendo que:

1º- La Refundación de IU no puede hacerse en clave endogámica, sería un comienzo estéril. Es preceptivo hacer una Convocatoria abierta a colectivos, personas, ex–militantes, etc. para comenzar un proceso (que puede tener varias denominaciones) por el cual se debatirán y fijarán los ejes, compromisos y características de la nueva IU. La reconstrucción de la alternativa debe asentarse en la más amplia pluralidad (desde la sensibilidad comunista hasta la socialdemócrata de izquierdas, pasando por el republicanismo, el ecologismo, el feminismo y el pacifismo), con un programa claro de transformaciones y teniendo como referencia europea al PIE.

2º- Esto implica la necesidad de dar señales inequívocas que hagan creíbles nuestro proyecto, para ello la renovación se plantea como una necesidad para superar etapas. El compromiso de renovar en la Asamblea al menos al menos el 50% de todos los órganos de dirección, desde la Federal hasta la agrupación básica, no puede entenderse como una medida burocrática ni estadística, sino como una oportunidad para generar una nueva situación que haga más creíbles nuestras propuestas, ni se trata de dilapidar la experiencia acumulada por decenas de dirigentes sino de propiciar el pase a una segunda fila desde la que seguir el combate, y desde allí dar el rendimiento, el apoyo y la lealtad a las nuevas direcciones.

Con esta finalidad, para asegurar el cumplimiento de ese compromiso de una manera eficaz, se adoptan las siguientes medidas:

a) En el caso de la Asamblea de base, tener en cuenta las posibilidades reales de renovación, sin que este planteamiento sea una excusa para no realizarla.

b) En el caso de los órganos de nivel superior, se procederá de la siguiente forma:

1.- Para los Consejos Políticos, las listas presentadas, junto al cumplimiento de la paridad hombre-mujer, para que sean válidas deberán cumplir los siguientes criterios de renovación:

1.A.- No podrán incluir personas que hayan desempeñado tres o más mandatos consecutivos en ese Consejo Político.

1.B.- De cada cinco candidatos y por tramos de cinco, reservarán al menos tres puestos a personas con una o ninguna pertenencia a ese Consejo Político y dos como máximo a quienes tengan dos pertenencias consecutivas.

2.- Para los órganos ejecutivos de los Consejos Políticos (Presidencias, Permanentes, Coordinaciones colectivas, etc.), las listas presentadas deberán tener un 50% de candidatos en cada tramo de 10 que no hayan pertenecido en el período anterior a ese órgano ejecutivo

c) La Dirección que resulte elegida deberá desarrollar las formas organizativas que aseguren un papel eficaz en la elaboración política de IU a los compañeros y compañeras experimentados que lo deseen. En este sentido podrán crearse, desarrollarse y ampliarse las siguientes Comisiones:

1.- Comisión de Estrategia Política

2.- Comisión Territorial

3.- Comisión Coordinadora de Áreas

3. La Asamblea hace de la paridad mujer-hombre un principio de funcionamiento transversal, garantizándola en todos los procesos de elección de órganos, listas electorales y realización de asambleas. Es la forma de hacer creíble nuestra apuesta radical por la igualdad en la sociedad al trasladarla a nuestro propio funcionamiento organizativo.

4. Desde la IX Asamblea deben salir los puntos y ejes que estructurarán a IU:

4-1.- IU, Movimiento Político y Social Organizado que fija su objetivo en la permanente Construcción de la Alternativa a la sociedad, al Estado capitalista, la cultura existente y los valores dominantes, con cauces internos que garanticen la participación de todos los militantes en la discusión y decisión de las propuesta programáticas. Así mismo, se promoverá la participación de los no militantes en dichas discusiones y en las estructuras de elaboración programática.

Como movimiento político y social y con los criterios anteriormente expuestos debe contar con órganos y funcionamiento diferentes de los de un partido político.

La participación en la elaboración debe estar abierta de forma eficaz a todos los afiliados y afiliadas y a los no militantes, mediante la apertura de espacios de deliberación lo más amplios y flexibles posible. La libre circulación de las elaboraciones y propuestas debe ser la norma, hasta que se haya tomado una decisión sobre ellas.

La democracia participativa en el interior de IU es inseparable de la participación efectiva en las reuniones y debates. Sólo en el ámbito de las asambleas y las reuniones de los órganos será posible la decisión y el voto vinculantes.

Finalmente, los órganos ejecutivos deben cumplir de forma escrupulosa los acuerdos políticos adoptados.

Debemos construir la convergencia de la izquierda real de este país con los movimientos sociales alternativos. La superación del capitalismo tendría como proyecto inmediato de trabajo la consecución de los objetivos que ya marcamos en IU: una sociedad de Pleno Empleo de calidad, una Economía desde la óptica del Desarrollo ecológicamente sostenible, una Protección Social plena. Reparto del Trabajo; y junto a ello las acciones de política económico-fiscal necesarias para ello. La consecución de todos esos objetivos es indisoluble de la lucha por el socialismo, pues sólo mediante un cambio en las relaciones de propiedad pueden consolidarse las conquistas del movimiento obrero. IU debe de ser una herramienta útil para la participación de la juventud precaria, de los trabajadores amenazados por las deslocalizaciones, de las mujeres que necesitan igualdad formal, de los que se oponen a la guerra global contra los pueblos y contra el medio ambiente, de los republicanos y de todos aquellos/as que no están conformes con el actual estado de las cosas

4-2.- Democracia Radical en IU. Publicidad permanente de los censos de militancia y libre acceso para los militantes que quieran consultarlos. Reglamentos que fijen con precisión la publicidad de los acuerdos orgánicos hacia la militancia, que regulen el régimen se sesiones, deliberaciones y acuerdos así como la información previa y documentada en cada sesión. Finanzas claras, transparentes y co-responsables. Militancia efectiva que se atendrá a las posibilidades de cada persona.

En cuanto a las limitaciones que afectan a los cargos de IU, se establece lo siguiente

a) Los cargos públicos tendrán una limitación de dos mandatos y un tercero excepcional, siempre que así lo considere el órgano o la Asamblea correspondiente, siendo revocables por las asambleas que los eligieron como candidatos a las elecciones.

b) Los cargos orgánicos tendrán la misma limitación.

d) Sólo se podrán acumular dos cargos orgánicos de diferente nivel territorial con la recomendación expresa de que el objetivo sea “un militante no debe tener más que un cargo”

d) Se aprobará un nuevo Estatuto del Cargo Público y un Estatuto del Cargo Orgánico. Sus compensaciones económicas, en ningún caso podrán ser superiores a la de sus ingresos profesionales, salvo en los casos de ingresos bajos o de situación de desempleo. Así mismo se establecerá un límite máximo que se corresponderá con los ingresos brutos de un trabajador especializado. Los ingresos de los cargos orgánicos y electos deberán ser conocidos por los militantes. Se deberá evitar que los cargos electos desempeñen funciones de mayor responsabilidad (coordinación, responsables de organización, etc.) En el Estatuto del Cargo se establecerán las condiciones concretas para cumplir este objetivo.

e) La elección de representantes electos será siempre precedida de una discusión programática previa realizada de forma democrática y decidida mediante la celebración de conferencias con delegados proporcionales, que defina la política a defender por nuestra organización en el ámbito correspondiente.

g) La experiencia nos ha enseñado el riesgo que tiene para nuestra organización la creación de grandes aparatos de liberados que, independientemente de las buenas intenciones que los animen. Por eso, el número de personas que se contraten para el trabajo de la organización, debe ser discutido a fondo por el conjunto de la misma, garantizando que no se sobredimensionan los aparatos y que son viables económicamente. Deberá garantizarse los derechos laborales de todas las personas que trabajen para la organización y también el mantenimiento de una cualificación profesional que evite hacerles dependientes del desempeño de esos trabajos. Habría que estudiar fórmulas de rotatividad en el desempeño de esas tareas.

Deberán suprimirse las delegaciones en función de los resultados electorales, de forma que un hombre, una mujer en IU sean un voto.

4.-3.- IU debe dotarse de nuevas formas de funcionamiento y elección a sus estructuras de dirección, que deberán simplificarse, evitando que éstas y quienes las componen, una vez elegidos, se sustraigan al mandato recibido de las bases que los eligieron. Introduzcamos mecanismos de control por la militancia de las actuaciones y cumplimiento de mandatos por parte de los miembros de los consejos de dirección, haciendo imperativa la democracia participativa y la posibilidad de revocación de aquellos dirigentes que se sustraigan al mandato con el que fueron elegidos. En esta línea de regeneración democrática interna, planteamos que todos los órganos de dirección de IU deberán realizar un balance anual de su trabajo en Asamblea, al igual que los cargos públicos, estando sometidos a su revocabilidad. En consecuencia:

a) Los candidatos a las elecciones de cualquier nivel serán elegidos en primarias dentro del ámbito de representación correspondiente, sin perjuicio de la ratificación prevista en los Estatutos.

b) Los cargos orgánicos serán revocables por el cuerpo electoral que los eligió

c) Dado que los cargos públicos no son legalmente revocables, se podrá plantear una moción de censura que obligará moral y políticamente a la dimisión. Si esta no fuera efectiva, el cargo recusado no podrá formar parte de ninguna otra candidatura ni electoral ni orgánica en ningún nivel de IU e n un período de 8 años

4.-4.- Proponemos la celebración anual de una Asamblea Federal de rendición de cuentas, durante un periodo prudencial que permita ir evaluando el proceso de refundación y adoptando los cambios de estrategia necesarios en cada momento para mejor conseguir los objetivos propuestos. Posibilitemos asambleas federales abiertas a la participación de toda la militancia o al menos a mayor numero posible de esta.

La primera Asamblea Federal de estas características se celebrará, en todo caso, antes de 31 de diciembre de 2009.

4.-5.- Elaboración Colectiva. Esta seña de identidad no es sino la aplicación en el marco de lo concreto de la alianza social en torno a objetivos, métodos y valores. Sin que los ciudadanos participen en la elaboración de las soluciones para sus problemas no habrá nunca conciencia de la realidad, sus límites y el papel que la Democracia tiene en el cambio social. Pero la elaboración colectiva no es la creación de un gabinete de asesores que elaboran papeles para los cargos públicos es básicamente un mecanismo de participación democrática en las decisiones de IU, es un mecanismo de aportación e intervención en las líneas de actuación de la actividad política y social y también en las políticas a realizar en las instituciones. Las Áreas como un mecanismo de elaboración (pueden haber otros más) deben ser organizadas de tal manera que los militantes y dirigentes participen en ellas habitualmente. En las elaboraciones que sobre ellas hemos en IU hay material suficiente para concretar su organización, funciones y participación política.

4.-6.- IU es una fuerza política de carácter federal. Y esta apuesta que proviene de nuestra concepción del Estado no significa otra cosa que otra forma de concebir el acuerdo de un Estado unitario que busca su cohesión desde el consenso el acuerdo, la atribución clara de competencias, funciones y responsabilidades. La federalidad es incompatible con los taifatos. Una idea debe quedar clara: la federalidad es un reconocimiento a la diversidad pero en el marco de una visión común de la Transformación social. Este principio debe articular nuestra propuesta política y el carácter de nuestras alianzas, como corresponde a un proyecto de Estado como es el de IU.

La transitoriedad de Estados, nacionalidades y entes territoriales ante la concepción de un mundo nuevo, solidario y sin fronteras debe estar siempre presente.

4.-7.- Escrupulosa legalidad. Una fuerza política que se pretenda democrática debe guiar sus actuaciones internas y su funcionamiento por el respeto y ejercicio de la legalidad. Estatutos, reglamentos, régimen de sesiones y toma de acuerdos deben ajustarse totalmente a las reglas de juego estatuidas libre y soberanamente por el colectivo. La salvaguarda de la legalidad interna representada por las normas de convivencia y funcionamiento son la única fuente de legitimidad de las estructuras de dirección. Las comisiones de Garantías no pueden ser concebidas con órganos para salir del paso cuando no como cementerio elefantes. Es inadmisible que los Estatutos sufran cambios para legalizar acciones o situaciones que contradicen abiertamente los principios éticos y políticos de IU.

Las comisiones de garantías funcionarán por el procedimiento del jurado, eligiéndose una composición estable de tres miembros a la que se añadirá para cada caso 8 miembros elegidos por sorteo entre los miembros de los Consejos Políticos del ámbito correspondiente. En este sorteo no podrá participar los Consejos políticos afectados por el caso.

4.-8.- IU no necesita un coordinador o coordinadora general en este periodo, al menos hasta que el proyecto se haya revitalizado, máxime sabiendo que hasta dentro de tres años no afrontaremos el primero de los grandes retos electorales futuros: las elecciones municipales y autonómicas. Parece conveniente apostar por un órgano de coordinación colectivo –y no solo por una dirección colectiva y colegiada- que asuma las tareas de la coordinación general, al menos durante un periodo prudencial que concluya en la próxima Asamblea Federal en el plazo de un año, que evalúe la situación y la profundización del proceso de renovación emprendido.

La coordinación colectiva tendrá un máximo de 11 miembros.

4.-9.- En esta nueva fase, es imprescindible desterrar la dinámica de «mayorías» frente a minorías. Sólo la cohesión y la síntesis dialéctica o el consenso nos permitirán salir de esa situación y reconstituir una herramienta fuerte para operar las transformaciones sociales en las que creemos y que por cierto están realizándose en otros pueblos, muchos de ellos cultural e históricamente muy cercanos a nosotros. Sería un error apostar por una «nueva mayoría» en un momento de excepcionalidad como éste. IU debe funcionar con base en la construcción de síntesis dialécticas o consensos como método de toma de decisiones, sin que ello signifique la `perdida de pluralidad interna sino todo lo contrario. Aprender a garantizar dicha pluralidad y que de esta surjan propuestas asumidas colectivamente.

Lo anteriormente expuesto se entiende en el marco del compromiso esencial por la refundación y la renovación.

4.-10.- IU no puede definirse por una serie interminable de adjetivos. La aceptación y desarrollo de los derechos humanos en sus tres generaciones, la asunción en la teoría y en la práctica de otras aportaciones a la causa de la plena emancipación humana es una seña de identidad irrenunciable para cualquier organización que pretenda ser revolucionaria o transformadora. Desde hace muchos años explicitamos que nuestro discurso es rojo, verde y violeta. No sigamos añadiendo adjetivaciones al sustantivo fundamental. Asumamos la historia del movimiento obrero y los nuevos proyectos de liberación. IU es un proyecto de Izquierda, sin más.

4.-11.- IU no tiene más referencias sindicales que las derivadas de las alianzas coincidencias y movilizaciones que en cada momento puedan producirse El Programa estratégico, la coincidencia táctica, la acción puntual o la coyuntura favorable para una movilización acorde con los intereses de los que aspiramos a representar, es la única pauta para cualquier tipo de relación política y sindical.

4.-12.- IU se define como una organización socialista y republicana. Su objetivo es la transformación del vigente sistema capitalista económico, social y político en un sistema socialista democrático fundamentado en la socialización de los principales medios de producción y en el respeto a los principios de justicia, igualdad y solidaridad, dentro de una forma de Estado federal y republicana. La condición republicana de IU no es una mera adjetivación para la galería. La organización debe fijar en sus Estatutos, discurso y práctica política su decidida voluntad de que la III República española sea una realidad mediante el acuerdo activo, la participación democrática y la divulgación ciudadana de los valores, ética y contenidos de la Constitución de la III República. Nuestro republicanismo no está hecho de nostalgias sino de proyectos para hoy. El desarrollo de esta decisión implica una serie de actuaciones, formas de trabajo y expresiones públicas que sin caer en estridencias gratuitas manifiesten firme, serena e inequívocamente nuestra entidad y nuestra propuesta a la ciudadanía. En consecuencia uno de los trabajos de IU debe ser colaborar y aportar en la puesta en marcha del proceso constituyente de la III República.

4.13.- Es preciso construir una nueva política de comunicación, eficaz en la batalla de ideas. En el plazo de tres meses desde la celebración de la Asamblea Federal, IU se dotará de un Plan Estratégico de Comunicación aprobado por el CPF.

Los ejes de este Plan, que tendrá como objetivo lograr en la sociedad, y especialmente entre nuestros electores una imagen definida y clara de la posición política y estratégica de IU, han de ser los siguientes:

a) Comunicar IU con la sociedad situando la prioridad en los valores y en las propuestas con ellos relacionadas.

b) Dotarse de medios propios para comunicar con la sociedad

c) Establecer un sistema de comunicación interno y de información utilizando todas las posibilidades de las nuevas tecnologías (un sistema de red, que permita la comunicación vertical y horizontal)

d) proporcionar a las organizaciones de base los elementos de información indispensables para el análisis político, de forma que se supere la actual situación en la que esos elementos se extraen de la información proporcionada por los medios comerciales).

e) Utilizar todas las posibilidades del conocimiento y la actividad de los

compañeros y compañeras que por su actividad o estudios trabajan en este campo.

4.14– El Programa debe volver a ser la clave del arco en la organización de IU. Uno de los aspectos cruciales en la génesis de la crisis de IU ha sido la consideración del Programa de IU como un mero envoltorio justificativo de la lucha por los puestos en la organización o por las posiciones en las listas electorales. Entendiendo el Programa en sentido completo; es decir, como el Programa Federal, los Programas de las Federaciones y los Programas electorales en los distintos niveles, este

a) Expresa de forma dialéctica la unidad y la pluralidad de IU, refleja el consenso y es medida de la aplicación de la democracia interna. Por tanto, el Programa se elabora colectivamente, con la participación directa de los afiliados/as.

b) Es la medida de la coherencia en la práctica política de los representantes institucionales de IU y de los miembros de sus órganos. El cumplimiento de forma coherente y satisfactoria del Programa es la condición primera para la reelección de cargos institucionales y orgánicos y su incumplimiento fehaciente causa de revocación de sus mandatos o de su condición de representante de IU.

c) Articula el carácter federal de IU, de forma que el Programa Federal es único e unívoco en los temas que coinciden con las competencias de la Dirección Federal de IU, y se define como Programa Marco en los restantes temas

4.15.- Reforzar la vida política de las Asambleas de Base y establecer los mismos derechos y deberes para todos los militantes.La organización de base es la Asamblea, que es dirigida por un Consejo Político. Cuando en una localidad haya varias Asambleas de base, se constituirá un Consejo Político Local con plenas competencias en los ámbitos institucional, político y organizativo.

Segunda fase

En esta segunda fase, uno de los objetivos es hacer participar en ella a miles de no afiliados que puedan aportar su colaboración al debate y, que en el proceso de esa discusión, puedan incorporarse a IU. Por tanto, a partir de la celebración de la Asamblea este proceso debe ponerse en marcha, incluyendo una campaña de afiliación y reforzamiento de la organización.

Por otra parte, con los ya afiliados -aprovechando el inicio de 2009- se realizará un proceso de actualización de sus fichas. A partir del 1 de enero de 2009 se establecerá un sistema de censos de doble llave, de forma que todos los datos de la afiliación estén disponibles a nivel federal y a nivel de cada federación, lo que junto al derecho a la publicidad de los censos será una garantía fiable del cumplimiento de la legalidad interna.

En esta segunda fase, y como resultado inmediato de la próxima Asamblea, se iniciará en todos los niveles de la organización un proceso de discusión y reflexión para hacer coherente nuestra práctica política y nuestros métodos de trabajo con las conclusiones y decisiones de la misma. Se trata de hacer la necesaria aplicación del proceso de refundación y renovación con firmeza y determinación, pero también con prudencia. No se pretende entrar como un elefante en una cacharrería. El Consejo Política Federal impulsará el proceso y concretará los métodos más eficaces para su realización. Los resultados serán analizados en la Asamblea a celebrar antes de 31 de diciembre de 2009, que tomará las decisiones que correspondan.

En la segunda fase, que iniciamos tras la celebración de la Asamblea Federal deben quedar suficientemente claros los principios de IU que no pueden estar siempre al albur de cualquier Asamblea, mientras que las líneas políticas coyunturales y los programas son lo que constituyen el mandato para casa Asamblea específica.

En esta segunda fase las direcciones deben proceder a continuar la renovación de las direcciones, aplicando los principios del límite máximo de mandatos con el objetivo de alcanzar el 25% de lo que anteriormente no se renovó, especialmente en los órganos ejecutivos, y al porcentaje o casos particulares que se estimen convenientes de los anteriormente renovados.

Tenemos que hacer posible el cumplimiento de lo que marcan los Estatutos en lo referente a la duración de los mandatos, en definitiva se trata de que los afiliados, los cargos públicos, las direcciones locales, comarcales y federadas, se sientan comprometidos y protagonistas de ese objetivo para trabajar en la recuperación política, social y cultural, de la izquierda anticapitalista en España que se concrete en recuperar influencia en la sociedad y en recuperar el grupo parlamentario propio en el Congreso de los Diputados como referente de esta influencia.

Coherencia socialista y democracia interna

May 30, 2008

IX Asamblea IU

Coherencia socialista y democracia interna

Aprender del pasado para preparar el futuro

Alberto Arregui (Permanente Federal de IU), Henar Moreno (Coordinadora de IU-la Rioja), Víctor Domínguez (Consell Politic de EUPV y del Consejo Político Federal de IU) y Esther López Barceló (Consejo Político Federal de IU)

29 de mayo de 2008

Los resultados electorales del 9 de marzo presiden el desarrollo de la IX Asamblea Federal de Izquierda Unida. La necesidad de una fuerza que defienda una alternativa de izquierdas frente al PP y al PSOE está fuera de duda, y su potencial es evidente incluso con el mal resultado de los últimos comicios cuando casi un millón de personas dieron su respaldo a nuestra organización. Los mismos dirigentes que, prácticamente desde su fundación, encabezan a la organización en distintos ámbitos se aprestan a una nueva pugna que apunta a darnos más de lo mismo. Frente a ellos no podemos conformarnos con exigir una renovación o que se “escuche más” a la base, ni declaraciones abstractas a favor del socialismo o la democracia interna, ni la reivindicación de un pasado en ocasiones mitificado, nos ayudaran a encontrar una salida del laberinto. Debemos preguntarnos si antes abogamos por la transformación socialista de la sociedad y pretendimos una organización democrática, una asamblea tras otra, ¿por qué entonces fracasó y por qué ahora puede salir bien? Aún menos encontraremos soluciones en cambios de siglas. La inmensa mayoría de los dirigentes de IU lo son del PCE, y los conflictos que laceran ambas organizaciones son similares y con las mismas raíces. Sin un análisis concreto de la actuación de nuestra organización y del contexto político que ha atravesado a lo largo de estos años, no podremos realizar un diagnóstico de las raíces de sus problemas. No existe ningún bálsamo de Fierabrás, la única terapia eficaz es someter a la más despiadada crítica la experiencia de veintidós años, con sus aciertos y errores, y actuar en consecuencia, si no queremos contribuir a un cierre en falso de esta crisis que sufre IU.

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Borrador documento

May 29, 2008

Manuel Monereo ha elaborado este documento como base de discusión para las propuestas políticas en la reunión del día 31. Pide que se le manden las consideraciones que cada uno tenga a esa dirección de correo electrónico: ortaraceli arroba gmail.com

REPÚBLICA, ESTADO FEDERAL Y SOCIALISMO XXI

1. Propósito: Para que IU tenga futuro.

Hay una conciencia bastante extendida de que IU ha concluido un ciclo histórico y que en su actual formato carece de futuro. Lo peor no ha sido la enésima derrota electoral: en estos años IU ha perdido militancia, pluralidad y conexión con la parte organizada socialmente de la izquierda. IU vive una crisis política, orgánica y de dirección, es decir, se ha ido disolviendo el proyecto que hemos defendido históricamente. Ha llegado a tal situación de degradación que el actual equipo dirigente ha pretendido cambiar la naturaleza del proyecto en la precampaña y en la propia campaña electoral.

Se trata de (re)fundar IU, es decir, partir de las bases morales, políticas e ideales de IU para medirse, veinte años después, con la realidad desde el presente y con la experiencia de nuestros éxitos y fracasos y desde aquí, construir colectivamente la nueva Izquierda Unida que los trabajadores, las capas populares y los movimientos sociales necesitan. Todo acto de fundación requiere un diagnóstico veraz de lo que pasa para definir a continuación a donde se quiere ir, como hacerlo y con quién.

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Artículo de Enrique Santiago y Fran Pérez

May 29, 2008

Enrique Santiago y Fran Perez

Izquierda Unida se encuentra sumida en una grave crisis política y organizativa que amenaza la viabilidad del proyecto para el cual nació, proyecto que no era otro que ser el espacio de convergencia política  y social de las ideas y los activistas que defienden un modelo social alternativo al del capitalismo neoliberal, globalizador y deshumanizado que nos quieren presentar como única alternativa viable de modelo de sociedad. La vocación de IU ha sido representar ante la sociedad española una alternativa posible de sociedad humanizada, respetuosa con todos los derechos humanos de todos los ciudadanos y que trabaja para garantizar a estos el pleno disfrute de dichos derechos, defensora de los valores colectivos frente al individualismo y la insolidaridad,  y convencida de querer ser el espacio natural de convergencia entre los movimientos y reivindicaciones sociales y la necesaria  expresión política –alternativa y transformadora- de dichos movimientos y reivindicaciones sociales.

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Tres notas a la propuesta organizativa (Jorge Sola)

May 29, 2008

Estas líneas tienen como objetivo plantear tres notas breves al “documento de discusión sobre las propuestas organizativas” (propuesta organizativa, en adelante), con el fin de contribuir al debate colectivo sobre este asunto. Las tres notas son más bien prosaicas y pobres en detalle, así que intentaré ser lo más breve y directo posible. En primer lugar, planteo una cuestión de método: qué tipo de documento organizativo es más adecuado para un proceso de refundación; en segundo lugar, sugiero los puntos esenciales que debería recoger tal documento; y por último, señalo tres problemas sustantivos que encuentro en la propuesta organizativa que se ha hecho. Todas estas ideas proceden del debate con otros compañeros y su misión es seguir alimentando ese debate. Lee el resto de esta entrada »

Por Izquierda Unida. Contra Lampedusa (Álvaro Aguilera)

May 24, 2008

Es fértil en estos últimos meses la profusión de análisis, propuestas, textos y testamentos en torno a la situación de Izquierda Unida. Numerosos dirigentes de IU, PCE y otros movimientos internos han tratado de diseccionar con mayor o menor acierto el cuerpo moribundo de IU, intentando encontrar el orígen de la enfermedad que lo corroe y la posible cura que lo sane.

Cometo la imprudencia de elaborar un acercamiento semejante desde el cómodo banco de la base y el anonimato, con el fin de intentar, en la medida de lo posible, facilitar una lectura políticamente incorrecta de la situación actual. Espero que mi temeridad sirva para alertar sobre el peligro que corremos las bases de IU dejando en manos de los dirigentes el peso total que suponen las riendas del imprescindible cambio que ha de fraguarse en nuestra organización en los próximos meses. Lee el resto de esta entrada »

POR LA REFUNDACIÓN Y RENOVACIÓN DE IZQUIERDA UNIDA

May 21, 2008

Hemos preparado un documento que proponemos para su debate sobre una posible organización de una Izquierda Unida refundada y renovada. El objetivo del documento es plantear un modelo de organización distinto a un partido político pues no nos definimos como tal, sino como movimiento político y social, a lo que el documento añade el adjetivo ‘cultural‘. La propuesta es muy concreta, porque queremos que se abra un debate útil sobre los instrumentos concretos de que dotarnos para relanzar Izquierda Unida. Y es un documento que proponemos para su debate, como punto de partida para la elaboración colectiva.

Por ello, las siguientes entradas son cada una de las partes del documento para que podamos abrir una discusión sobre el mismo en los comentarios, y modificarlo con las aportaciones que todas y todos podamos hacer. Por si a alguien le resulta más útil el documento entero en pdf, lo podéis encontrar pinchando aquí. Tenemos tiempo de sobra para leerlo, discutirlo, reflexionarlo y, sobre todo, mejorarlo, así que esperamos que tranquilamente elaboremos entre toda la militancia y los y las simpatizantes de Izquierda Unida el marco organizativo que nos permita desarrollar mejor nuestra militancia y que haga de Izquierda Unida un instrumento eficaz de la izquierda transformadora.

Las partes en las que está dividido son las siguientes:

Condiciones organizativas para la refundación de IU

1.- El Programa debe volver a ser la clave del arco en la organización de IU

2.- La democracia interna realmente participativa debe ser un valor de IU.

3.- Desarrollar el concepto de IU como movimiento político, social y cultural.

4.- Revitalizar las áreas de elaboración colectiva

5.- Otra forma de hacer política tanto hacía fuera como hacía dentro de IU

6.- Reforzar la estructura de la dirección, su carácter colectivo y el respeto a las decisiones de los órganos.

7.- Crear una política de comunicación hacía la sociedad y el interno de IU

8.- El camino hacia la refundación

Condiciones organizativas para la refundación de IU

May 21, 2008

La crisis crónica que atraviesa IU, cuya superación pretendemos iniciar con la IX Asamblea a sabiendas de que será un proceso largo y costoso, tiene sin duda sus causas esenciales en cuestiones políticas: un análisis insuficiente cuando no erróneo de las consecuencias del postfordimo en el comportamiento político y social de los trabajadores y otros sectores populares; la renuncia a la lucha cultural e ideológica (la batalla de ideas), cuando no la introducción en nuestras propias filas de las posiciones ideológicas del neoliberalismo; una política de alianzas errónea y nefasta en sus consecuencias; una subordinación creciente de la acción movilizadora y alternativa de IU a la actividad institucional, que ha llevado a situar nuestros compromisos políticos con otros partidos por encima del compromiso con los sectores sociales a los que queremos representar y del respeto a nuestro Programa; una práctica política ambigua cuando no contradictoria que ha llevado a que IU tenga ante los trabajadores y el conjunto de los ciudadanos un perfil confuso, son algunos de los ejemplos sobresalientes de lo que decimos.

Estos errores políticos, cuya solución se intenta abordar en otro documento, generaron inmediatamente consecuencias organizativas que se han ido agravando con el tiempo. IU fue perdiendo masa con el abandono de muchos afiliados y afiliadas que votaron con los pies, con la consiguiente pérdida de influencia social y electoral; el escaso nivel político de las discusiones de las asambleas de base y de los órganos; la ruptura de los criterios más elementales de la democracia y la participación interna, incluido el apunte en ciertos casos de modos de clientelismo político; la aplicación por parte de la dirección de iniciativas contrarias a acuerdos de los órganos y la constitución de una dirección paralela de asesores; la organización de campañas electorales con criterios erróneos que nos han enajenado una parte importante del voto trabajador y de los sectores populares menos favorecidos, han sido algunas de esas consecuencias.

El Programa de IU y los programas electorales a todos los niveles (es decir, toda la estructura programática de la organización) se han elaborado cada vez más claramente como elementos subordinados a la elaboración de las candidaturas, esencialmente institucionales, es decir como meros envoltorios en papel de regalo de la lucha por los puestos.

Frente a todo ello, constatamos que IU sigue siendo una necesidad. Que si no existiera o su recuperación fuera imposible habría que reinventarla. Pero esa reinvención sería un proceso muy complicado en las condiciones históricas actuales y cuyo precio pagarían los sectores populares, que quedarían privados posiblemente por demasiado tiempo de una referencia de organización y lucha capaz de hacer frente al neoliberalismo, cuya ofensiva en momentos de crisis será sin duda más agria.

Por eso IU necesita su refundación, apoyada en todo lo sano y valioso que resiste en la organización y en los miles de hombres y mujeres que pueden venir si somos capaces de recuperar el atractivo del proyecto, necesita que se le de la vuelta como a un calcetín.

Ello sólo es posible a partir de un criterio básico: la democracia participativa como regla de oro del funcionamiento interno, de forma que ni una sola idea útil quede apartada y ni un solo compromiso de trabajo quede marginado. Para lograrlo es preciso:
a) Potenciar todas las formas de democracia directa y restringir al mínimo indispensable la democracia delegada.
b) Establecer un sistema de órganos de elaboración, control y decisión política que, por su propia dinámica y los contrapesos que se crean, fuercen los acuerdos por amplia mayoría y un eficiente trabajo colectivo.
c) Establecer sistemas eficaces que impidan la acumulación de puestos y obliguen a la renovación en la composición de los órganos.
d) Introducir la composición rotativa en los órganos.
e) Establecer un sistema de doble llave en la afiliación (federal y de federación) que permita un control efectivo de los censos.
f) Establecer el principio de que los derechos democráticos se ejercen a partir de la participación en la actividad de IU y que, por tanto, para ejercer el derecho de voto es necesaria la presencia en las Asambleas y en las reuniones de los órganos.

Este documento incorpora un primer abanico de medidas que salen de la IX Asamblea. La refundación de IU, visto su estado actual, no puede ser fruto de una sola Asamblea Federal por exitosa y valiosa que esta sea. Será necesario, al menos, la celebración de una X Asamblea con carácter extraordinario en un plazo no superior a dos años desde la celebración de la IX que consolide un modelo de organización claramente diferente al que tanto ha degenerado y que sea el que corresponde al nuevo tipo de organización y al nuevo modo de hacer política que propugnamos.

Estas medidas son:

1.- El Programa debe volver a ser la clave del arco en la organización de IU

May 21, 2008

1.1.- Uno de los aspectos cruciales en la génesis de la crisis de IU ha sido la consideración del Programa de IU como un mero envoltorio justificativo de la lucha por los puestos en la organización o por las posiciones en las listas electorales. Entendiendo el Programa en sentido completo; es decir, como el Programa Federal, los Programas de las Federaciones y los Programas electorales en los distintos niveles, queda establecido, con todas sus consecuencias, que el Programa de IU:
a) Expresa de forma dialéctica la unidad y la pluralidad de IU, refleja el consenso y es medida de la aplicación de la democracia interna. Por tanto, el Programa se elabora colectivamente, con la participación directa de los afiliados/as.
b) Es la medida de la coherencia en la práctica política de los representantes institucionales de IU y de los miembros de sus órganos. El cumplimiento de forma coherente y satisfactoria del Programa es la condición primera para la reelección de cargos institucionales y orgánicos y su incumplimiento fehaciente causa de revocación de sus mandatos o de su condición de representante de IU. La expresión y defensa pública de posiciones contrarias al Programa de IU implica el cese en los cargos internos.
c) Articula el carácter federal de IU, de forma que el Programa Federal es único e unívoco en los temas que coinciden con las competencias de la Dirección Federal de IU, y se define como Programa Marco en los restantes temas, de forma que los programas de las federaciones y los programas electorales en los distintos ámbitos se inscriben en ese Programa Marco.

2.- La democracia interna realmente participativa debe ser un valor de IU.

May 21, 2008

2.1.- IU propugna la democracia participativa como vía fundamental para avanzar en la democratización de la sociedad. Esta propuesta hacia fuera debe corresponderse con la práctica más extendida posible en el interior de la organización. Para ello se establecen los siguientes criterios, a aplicar a partir de la celebración de la IX Asamblea:

A) En todos los aspectos en los que sea posible, se establecen formas directas de participación, quedando la delegación del voto o del debate en un segundo término. Por ello:

1º La elección de todos los órganos se hará de forma directa por los asistentes a las Asambleas de base convocadas al efecto (mediante sistema proporcional puro, no siendo el voto delegable ni existiendo posibilidad de voto por correo de cualquier tipo). Esto significa que el Consejo Político de cada federación se elegirá directamente desde cada asamblea de base entre las candidaturas presentadas con esta finalidad y el Consejo Político Federal se elegirá entre todas las asambleas de base de IU así mismo entre las candidaturas presentadas al conjunto de IU con esta finalidad.
2º La elección de los candidatos a las distintas instituciones representativas se realizará mediante elecciones primarias, por un sistema proporcional puro, de acuerdo con los siguientes criterios:
a) A los Ayuntamientos. La Asamblea local elegirá la candidatura completa. En el caso de que en un mismo municipio haya varias asambleas de base, el resultado será el que produzca la suma de votos de todas y cada una de las asambleas de base. Los primeros de cada lista municipal deberán ser ratificados por el órgano de nivel territorial superior, según los Estatutos de cada Federación.
b) A las CCAA. La candidatura de cada circunscripción será elegida por un sistema proporcional puro mediante votación por los asistentes a las reuniones convocadas al efecto de las Asambleas de base existentes en esa circunscripción. Las cabezas de candidatura deberán estar ratificadas por el órgano de dirección política de la Federación.
El candidato a la Presidencia del Gobierno de la CCAA será elegido por los participantes en las Asambleas de base en reunión convocada al efecto. Esta elección deberá ser ratificada por el órgano de dirección política de la Federación.

d) Al Congreso de los Diputados y al Senado. La candidatura de cada circunscripción será elegida por un sistema proporcional puro mediante votación por los asistentes a las reuniones convocadas al efecto de las Asambleas de base existentes en esa circunscripción.
El candidato a la Presidencia del Gobierno será elegido por los participantes en las Asambleas de base en reunión convocada al efecto. Esta elección deberá ser ratificada por el Consejo Político Federal, así como la de los demás cabezas de candidatura.

B) Se convocará una Conferencia Política anual, cuya composición y competencias serán las siguientes:
1.- Composición: 400 delegados elegidos en las Asambleas de base y en proporción a la participación en las mismas. Los delegados no podrán ser miembros del CPF. En el período
entre Asamblea y Asamblea, un afiliado/a sólo podrá ser elegido una vez a esta Conferencia
2.- Competencias:
– Recibir y aprobar un informe sobre la actividad del año por parte del CPF
– Recibir y aprobar un informe sobre la actividad del Grupo Parlamentario y del Grupo Europeo
– Aprobar la posición de IU sobre textos legislativos básicos (Ley de Presupuestos, como mínimo) y política de alianzas.
– Recibir y aprobar propuestas de los órganos de elaboración (Comisión de Estrategia, Comisión Territorial, Comisión Coordinadora de Áreas).
– Aprobar campañas políticas
– Aprobar resoluciones obligatorias para los órganos de dirección y recomendaciones para su trabajo.
La Conferencia política anual se convocará una vez al año en el mes de noviembre, con carácter ordinario y cuando haya convocatorias electorales de ámbito estatal con carácter extraordinario. En este caso tendrá además como tarea la aprobación definitiva del Programa Electoral correspondiente y recibirá el nombre de Conferencia Política Electoral.

En la reunión de la Conferencia Política Anual participan los miembros del CPF, aunque sin derecho a voto.

C) La IX Asamblea aprueba una amnistía sobre todos los procesos sancionadores que hayan tenido lugar entre a partir de la VIII Asamblea