3.- Desarrollar el concepto de IU como movimiento político, social y cultural.

Es necesario subrayar que la disgregación en la práctica política de este componente estratégico del proyecto de IU ha sido una de las causas de la pérdida de influencia y de no pocos de sus problemas organizativos.
Hay que reconocer que bastantes afiliados y afiliadas a IU no comprenden aún este carácter esencial, no lo hacen suyo, y eso sitúa como una tarea organizativa y política inmediata la discusión de todas las implicaciones que la concepción de una nueva fuerza política con esas características representa:

3.1.- Consideramos que en la concepción de IU que propugnamos hay que añadir una nueva dimensión: lo cultural. Así, como reza el enunciado de este apartado, IU aspira a ser un movimiento político, social y cultural. Se trata de una incorporación fundamental, que hasta ahora habíamos intuido, pero no desarrollado. Hablamos de lo cultural como factor esencial en la lucha de ideas, en la lucha por la hegemonía. En ese sentido, lo cultural es inseparable de lo político y lo social; más aún, es el cemento que vincula lo político y lo social.

3.2.- Como movimiento político social y cultural, IU se caracteriza por:
a) un enfoque global de los problemas sociales, en lo que se diferencia de los movimientos sectoriales.
b) un análisis contextualizado de las alternativas, de forma que se proponen articuladas y jerarquizadas no por la determinación originada por la concreción de un programa máximo o de un determinado análisis histórico, como sería propio de un partido político tradicional, sino desde la envergadura social y política que en un momento determinado alcanza la lucha por esos objetivos.
c) una interrelación cercana y creadora con las organizaciones políticas que trabajan en IU, con los movimientos sociales y con las organizaciones culturales.
d) la capacidad de iniciativa de sus afiliados y afiliadas para ayudar en la organización de nuevos movimientos sociales que respondan a las necesidades de organizarse para lograr imponer alternativas. Estamos hablando de situaciones como la precariedad laboral, el derecho a la vivienda digna, los derechos del consumidor y otros.
e) la participación directa de los afiliados y afiliadas en la elaboración de las decisiones y la toma de posiciones públicas como regla de oro del funcionamiento interno y seña de identidad de la nueva forma de hacer política que proponemos. La forma prioritaria de organizar esta participación, junto a las Asambleas, la constituyen las áreas de elaboración colectiva.

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